«Se te queda cara de tonto porque el partido estaba controlado»

A las puertas del triunfo se quedó el Conil en Valdelagrana. Una desafortunada acción del lateral Lucia dejó a los jandeños sin el premio buscado y los hombres de Pepe Mejías ya acumulan más de un mes sin ganar. Por ello, el técnico gaditano no dudó en señalar: «Se te queda cara de tonto porque era un partido que estaba controlado. Hemos tenido las oportunidades más claras, el Racing no ha tirado entre los tres palos y dejamos escapar dos puntos por una jugada desafortunada en la que Lucia no se entiende con Carrasco. Son cosas que ocurren y no podemos hundir a nuestro jugador por una acción puntual. Eso sí, el resultado, bajo mi punto de vista, es injusto».

Mejías lamentó las oportunidades desperdiciadas por su equipo, que pudo sellar la victoria antes del gol racinguista. «Hemos tenido ocasiones de Migue, Lozano y, especialmente, una de Dani Fornell que no definió. Pudimos matar y no lo hicimos y, en cambio, el Racing no tuvo opciones claras y acabó empatando. Son las cosas del fútbol», aseguró. Y todo sin pasar por alto una lectura más extensa de la contienda: «Los dos equipos hemos tenido demasiado respeto y miedo a perder, pero si es cierto que salimos bien enchufados en los primeros 20 minutos y lo aprovechamos para adelantarnos en el marcador. Sin embargo, tal y como sucedió la semana pasada ante el Pozoblanco, dejamos escapar puntos en el fatídico minuto 85».

Sobre el papel del Racing Portuense en el duelo provincial, Pepe Mejías destacó: «Mostró ímpetu, pero no tuvo claridad de ideas. Además, nosotros estuvimos muy bien atrás. Fran Ponce cuajó un gran partido, los centrocampistas ayudaron en tareas defensivas...»

Finalmente, el entrenador de la escuadra conileño comentó el complicado momento extradeportivo por el que atraviesa el equipo de El Puerto. En definitiva, una situación que ya ha vivido en sus propias carnes. «He pasado por situaciones similares en Elche, Murcia y Cádiz, donde tampoco cobrábamos, y te garantizo que cuando sales al rectángulo de juego te olvidas de lo que sucede y lo das todo. Evidentemente, el problema económico pasa factura, el no poder entrenar con asiduidad también, pero a la hora del partido no se piensa en nada de eso y se pone todo sobre el césped».