Rajoy, acompañado por Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y Ana Mato, en una reunión de la dirección nacional del PP. :: ANDREA COMAS / REUTERS
ESPAÑA

El PP sostiene que los negocios de Bárcenas son ajenos al partido

Mantiene que el extesorero se enriqueció gracias a sus actividades privadas y no por su trabajo en la organización

MADRID. Actualizado: Guardar
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El PP no se siente concernido por la conducta de su extesorero. Los populares han comprobado con alivio que todas las diligencias judiciales practicadas hasta ahora tienen que ver con los negocios privados de Luis Bárcenas y sus operaciones bancarias. Nada del partido. El hecho de que la Fiscalía haya encontrado hasta cuatro indicios que vinculan a la contabilidad del PP con pagos de la trama 'Gürtel' no inquieta demasiado en la sede de la calle Génova 13. De hecho, el juez Javier Gómez Bermúdez alegó cuando quiso asumir la investigación que eran indicios muy débiles, y la propia Policía los desestimó en sus cinco años de investigaciones.

El partido gubernamental ha hecho suya la máxima de Mariano Rajoy de que el que aguanta, gana. Lo que parecía ser un tsunami a final de enero con la publicación de los papeles de Bárcenas ha perdido fuelle, a juicio de muchos dirigentes del PP. Es cierto que el caso de la presunta contabilidad B del partido ahora está judicializado y eso es mucho más serio que la aparición en un medio de comunicación de unos asientos contables con sobresueldos y cobros de donativos irregulares, pero por ahora todo se ha limitado a las explicaciones de su extesorero sobre cómo acumuló su fortuna en Suiza hasta llegar a los 38 millones y los reveses bursátiles que le llevaron a perder casi 20 millones.

Los dirigentes del PP, los pocos que hablan en público, reconocen que están abochornados por el comportamiento del que fuera responsable de sus finanzas durante dos décadas, pero el bochorno, recuerdan, no es ningún delito. Aceptan que a lo sumo hubo negligencia porque nadie se preocupó de vigilar la conducta de Bárcenas. Lo que no hubo, aseguran todos los que son consultados, fue una financiación irregular de la que pudo aprovecharse el extesorero. En resumen, que los delitos, si lo hay, no son responsabilidad del partido.

Pruebas a medias

Rajoy así lo ve y por ese motivo asegura que no tiene nada que decir distinto a lo que dijo el 2 de febrero, cuando aseguró que el PP estaba limpio. Pero las pruebas que aseguró que iba a proporcionar la dirección del partido de que era así se han quedado a medias. Se hizo la auditoría interna, pero no la externa porque ninguna consultora acepta llevarla a cabo con las restricciones que pone el partido; Rajoy presentó sus declaraciones de renta y patrimonio desde 2003 hasta ahora, pero no lo han hecho los miembros de la dirección que también lo iban a hacer.

A partir de ahí, se impuso la ley del silencio con excepciones poco afortunadas, como las explicaciones de la secretaria general, Dolores de Cospedal, sobre las relaciones laborales del partido con Bárcenas y los pagos «simulados y diferidos», que más que aclarar, enrarecieron el asunto. Rajoy quiere que este mutismo sea la regla a seguir. La reunión de la Junta Directiva Nacional de este miércoles no va a ser monográfica, ni mucho menos, sobre el caso del extesorero, aseguran fuentes del partido. Creer que puede ser así es no conocer a Rajoy, añaden.

El presidente del Gobierno rearmará a los 600 dirigentes que acudirán al encuentro para afrontar la crisis, explicar las reformas y defender la política gubernamental. En su intervención, sin duda, habrá alguna referencia al extesorero, pero que nadie piense que va a ser el eje de la reunión, aunque luego sea lo que más trascienda en los medios de comunicación, comenta un miembro de órgano de dirección.

Rajoy y la dirección del PP, otra cosa son los barones autonómicos, apuestan por aislar el 'caso Bárcenas'. El hecho de que haya tres extesoreros imputados y un cuarto en la cuerda floja no implica que hubiera un sistema irregular de financiación, insisten en Génova 13, donde recuerdan que las imputaciones obedecen también a actividades de sus esferas privadas, no a su trabajo en el PP.