Una de las fotografías de la muestra de la Kursala. :: P. M.
Sociedad

Los colores de la tragedia

El fotógrafo Palíndromo Mészáros expone en la Kursala 'The Line'La muestra retrata el después de una catástrofe causada por el vertido de residuos tóxicos en una región de Hungría

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El 14 de octubre de 2010 fueron liberados cerca de un millón de metros cúbicos de residuos tóxicos tras romperse el dique de contención de uno de los embalses destinados a acumular los deshechos de la fábrica de aluminio de la compañía MAL (Magyar Aluminium) en la ciudad de Ajka, condado de Veszprém, Hungría. El vertido alcanzó los dos metros de altura e inició una destructiva carrera buscando liberar su energía acumulada, inundando las poblaciones de Kolontár y Devecser.

En Madrid, Palíndromo Mészáros, anteriormente estudiante en Budapest, comprueba cómo la tragedia, de especial interés en Hungría, apenas se deja sentir en el resto de Europa. Esa falta de repercusión llevó a este joven fotógrafo a analizar la forma en la que la actualidad se ve obligada a lidiar con las catástrofes. «Recopilé todos los reportajes sobre el suceso que pude encontrar, que fueron bastantes, y me di cuenta de que todos se centraban en una representación explicativa de la situación con un carácter muy directo: 'Esta es la casa en ruinas del señor X', 'Estas son las fuerzas de seguridad limpiando el lodo tóxico'», explica Mészáros. El resultado de su trabajo documental es 'The Line', una interesante exposición que puede visitarse estos días en la sala Kursala de la Universidad de Cádiz. La muestra está compuesta por ocho imágenes, aunque la colección es algo mayor, y ya ha sido expuesta previamente en la galería 0.00156 acres, en Nueva York, en el Festival des Promenades photographiques de Vendome y en algunas exposiciones colectivas.

En palabras del fotógrafo (1986), 'The Line' busca «un enfrentamiento entre el drama de la historia y la silenciosa belleza de las imágenes. No pretende ser estrictamente una denuncia social, política, ni medioambiental, aunque son factores que están ahí, como parte de un mundo que me interesa». Para la confección de este trabajo, Palíndromo Mészáros viajó a la zona afectada seis meses después del suceso, para tomar contacto con el lugar y hacer el grueso de las fotografías. El viaje se repitió, aunque ya para rematar la idea. «La noticia queda atrás pero la situación sigue existiendo. También me interesaba un enfoque no «particularista», pues las historias personales ya habían sido explicadas y a mí me interesaba mostrarlo de una manera más global. Por último, había un potencial visual evidente en la línea perfecta y roja que la inundación había dejado detrás, que permitía recurrir a cierto simbolismo fotográfico silencioso pero muy efectivo», resume el autor de esta muestra que podrá visitarse en la Kursala hasta el próximo 26 de abril, de lunes a viernes, de 9 a 21 horas.