El PP reúne a su máximo órgano directivo para buscar una salida a la crisis de Bárcenas
La cita es el miércoles en Madrid y Rajoy fijará la estrategia para abordar la judicialización del caso del extesorero
MADRID.Actualizado:La Junta Directiva Nacional del PP es el máximo órgano de dirección del partido y solo se reúne en contadas ocasiones y para asuntos de la máxima relevancia. Mariano Rajoy ha citado a sus casi 600 miembros el 3 de abril en Madrid para buscar una salida a la difícil situación que vive la organización tras el estallido del 'caso Bárcenas'. El mero hecho de la convocatoria evidencia la preocupación del líder del PP por la situación creada y sus repercusiones.
La última vez que se reunió la Junta Directiva Nacional fue en julio de 2012 en Sevilla, un encuentro para describir a los cuadros del partido el programa de ajustes que se avecinaba. Desde entonces, Rajoy no había vuelto a citar a este órgano. A la reunión del próximo miércoles acudirán la dirección del PP más la totalidad de los diputados y senadores nacionales, los eurodiputados, los presidentes de comunidad autónoma y los líderes del partido en cada provincia.
Aunque la estrategia sea una ley del silencio, entre los dirigentes del PP existe una honda preocupación que solo manifiestan en privado por el 'caso Bárcenas' y su evolución judicial. Fue un alivio, confiesan, que la causa de los papeles del extesorero recayera en el juez Pablo Ruz y no en Javier Gómez Bermúdez, un magistrado que en el PP se considera hostil. Pero la convicción de que Bárcenas, para salir lo mejor parado posible, no va a dudar en acusar ante los tribunales a los dirigentes del partido de conocer y permitir fórmulas de financiación poco ortodoxas inquieta y mucho en los despachos de la calle Génova 13 de Madrid.
Rajoy no es ajeno a esta preocupación, sobre todo, dicen en el PP, por las consecuencias que puede tener para el proyecto político suyo y del partido. El presidente del Gobierno y del PP, sin embargo, no deja traslucir su estado de ánimo y la única vez que se ha referido al tema después de la reunión del 2 de febrero del Comité Ejecutivo Nacional fue para confiar en «lo que decidan los tribunales». Lo dijo este martes en París, tras reunirse con el presidente François Hollande, y se limitó a repetir las medidas que anunció entonces. Recordó que su partido ha elaborado la auditoría interna y ha entregado todas sus contabilidades al Tribunal de cuentas. Solo se olvidó de mencionar que no ha sido posible realizar la auditoría externa porque ninguna consultora acepta efectuarla con las restricciones que pone el PP.
Sin comparecencias públicas
El mutismo de Rajoy ha sido emulado por el resto de dirigentes del partido. Todos evitan las comparecencias públicas, sobre todo después de la desafortunada intervención de la secretaria general, Dolores de Cospedal, del pasado 25 de febrero, cuando se enredó en una confusa explicación sobre el supuesto finiquito a Bárcenas y habló de pagos diferidos y nóminas simuladas que generaron más dudas que certezas sobre el acuerdo al que llegó el PP en 2010 con su extesorero para prescindir de sus servicios por su imputación en el 'caso Gürtel'. La propia Cospedal fue preguntada ayer por su parecer por la imputación de otro extesorero el PP Ángel Sanchis y su respuesta fue muy elocuente: «La justicia tiene que actuar».
El silencio de Rajoy y Cospedal apenas ha sido roto por algún dirigente, como el portavoz popular en el Congreso, Alfonso Alonso. El resto, los habitualmente locuaces vicesecretarios generales Carlos Floriano, Esteban González-Pons y Javier Arenas han reducido sus comparecencias públicas y, siempre que pueden, evitan tocar el 'caso Bárcenas'. El mutismo es tal que tras la reunión del comité de dirección del pasado 4 de marzo ni Cospedal ni su habitual relevo, Floriano, comparecieron para informar del encuentro. La reunión de este mismo organismo del 25 de marzo fue suspendida sin más explicaciones.
Esta estrategia tiene su acompañamiento desde el Gobierno. La vicepresidenta y portavoz gubernamental, Soraya Sáenz de Santamaría, traslada todas las semanas las explicaciones al partido. No habla de Bárcenas, pero tampoco echa un cable a Cospedal para sortear la difícil situación.