La renuncia por sorpresa del canciller fuerza a Mario Monti a asumir Exteriores

El conflicto diplomático abierto con India por el caso de los dos militares italianos que esperan juicio en el país asiático provocó ayer la dimisión del ministro de Exteriores en funciones de Italia, Giulio Terzi, por su desacuerdo con sus compañeros de gabinete. Terzi anunció su marcha en un pleno en la Cámara de Diputados convocado para abordar este caso, que ha generado una escalada de tensión diplomática entre Roma y Delhi.

De manera inesperada, el ministro de Exteriores en funciones explicó que la dimisión se debe a su desacuerdo con la decisión del Ejecutivo de permitir la vuelta a India de Massimiliano Latorre y Salvatore Girone, procesados en el país asiático por matar en febrero de 2012 a dos pescadores indios a quienes supuestamente confundieron con piratas en el Índico. Solo diez días después de negarse a entregar a los marinos, el Ejecutivo en funciones italiano cambiaba de opinión y decidía el día 21 permitir su regreso, en vísperas de que expirase el permiso para viajar a Italia que les habían concedido las autoridades indias para votar en las elecciones.

«Dimito porque durante 40 años he considerado y considero hoy de manera aún más firme que tiene que protegerse la honorabilidad del país, de las Fuerzas Armadas y de la diplomacia italiana. Dimito porque soy solidario con nuestros militares y sus familias», dijo Terzi. Al ya excanciller le replicó el ministro de Defensa en funciones, Giampaolo di Paola. «Las instituciones están por encima de todo, también de las emociones de los ministros», amonestó Di Paola. El jefe del Ejecutivo, Mario Monti, que se declaró «muy sorprendido», asume provisionalmente la cartera de Exteriores.