La oposición a El-Asad ya es la única Siria
La Liga Árabe cede a los rebeldes el asiento del régimen de Damasco y bendice al jeque Moaz al-Jatib como único representante del país
Actualizado:La Liga Árabe da un paso más en su apuesta por acabar con Bashar el-Asad y desde ahora el asiento de Siria en el organismo corresponde a la oposición. El jeque Moaz al-Jatib tuvo ayer el privilegio de sentarse por primera vez en este sillón que «forma parte de la vuelta de la legitimidad al pueblo de Siria, que fue privado de ella desde hace mucho tiempo». El líder de la opositora Coalición Nacional Siria (CNFROS) presentó su dimisión el pasado fin de semana «por discrepancias internas», pero a la espera de que el organismo acepte la renuncia lideró este cambio histórico en la Liga Árabe y acudió acompañado del recién elegido primer ministro en el exilio, Gasan Hito, y otros dirigentes como Sohair al-Atasi y George Sabra.
La Liga suspendió al régimen sirio en noviembre de 2011 y en la cumbre de Catar ya estaba preparada la nueva bandera rebelde con los colores negro, blanco y verde en el lugar reservado a Al-Jatib. Lo que no ha cambiado, pese a las quejas de los kurdos, es el nombre del país, 'República Árabe Siria', excluyendo a los no árabes.
El que fue encargado de dirigir el rezo en la mezquita de los Omeyas de Damasco, hasta que las autoridades sirias se lo prohibieron, dedicó el primer discurso en la Liga Árabe a pedir a EE UU el despliegue de «un paraguas de misiles Patriot» para «proteger las vidas de la gente» que vive en las zonas en manos de los grupos armados de la oposición.
Negativa de la OTAN
Al-Jatib piensa que Washington «puede hacer más de lo que está haciendo ahora» y explica que la solicitud ya se encuentra en la mesa del secretario de Estado, John Kerry, «que se comprometió a estudiarla». La OTAN cuenta con seis baterías de Patriot en Turquía, que se desplegaron el año pasado para protección en caso de ataques sirios. Nada más conocerse la petición de Al-Jatib, y el mismo día que la Liga Árabe autorizó a sus miembros a enviar armas a los rebeldes, Bruselas emitió un comunicado para aclarar que la Alianza «no tiene intención de intervenir militarmente en Siria».
Los nuevos responsables sirios en la Liga Árabe aspiran también a representar pronto al país en otros foros como la ONU y para ello cuentan con el apoyo firme del anfitrión de esta cumbre, el jeque Hamad bin Jalifa al-Thani. El emir de Catar reclamó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que detenga el derramamiento de sangre y lleve a los responsables de los crímenes ante los tribunales internacionales.
Mientras en Doha se escenificaba el cambio de poderes -calificado de «ilegal» por las autoridades de Damasco, que acusaron al organismo de dar preferencia a «bandidos y criminales»- la capital siria vivió la segunda jornada marcada por los ataques de los grupos armados de la oposición que tratan de romper el cerco de seguridad impuesto por las fuerzas leales a El-Asad y que causaron al menos quince muertos y cuarenta heridos, según los medios oficiales. El lunes, al menos ocho morteros impactaron en lugares como la plaza de los Omeyas y la Ciudad Vieja y ayer los lugares afectados fueron la Universidad de Damasco, la agencia de noticias Sana o el barrio residencial de Ish al-Warwar, próximo al feudo opositor de Berzeh.
Morteros y coches-bomba
«Quieren provocar terror entre la gente de Damasco, ya nadie se siente seguro en la capital porque los morteros caen en cualquier lugar y a cualquier hora», confesaba vía email un vecino del centro de Damasco consultado. Junto a los morteros también los coches-bomba siguen siendo casi diarios y el último explotó a media tarde en el barrio de Ruken Addin frente a dependencias militares. Son las armas más importantes de la insurgencia para superar el cinturón de seguridad.
Con el paso de los meses el régimen ha decidido centrar sus esfuerzos militares en lugares estratégicos como Alepo, Homs y, sobre todo, Damasco. En Homs, el Ejército se hizo de nuevo con el control del emblemático Bab Amr, que cada cierto tiempo es ocupado por grupos armados de la oposición, en Alepo ambos bandos se reparten la segunda ciudad del país casi al 50% y en la capital, hasta el momento, la periferia es zona opositora mientras que el centro permanece bajo control.
Entre las filas del Ejército Sirio Libre (ESL) no hay excesivo vínculo con la oposición política en el extranjero, mucho menos entre las milicias yihadistas, y la incógnita en las últimas horas es conocer el nuevo cuadro de mando después de que el general Riad el-Asad, fundador y comandante del ESL, fuera víctima de un atentado en el que perdió una pierna.