La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, en una fotografía de archivo. :: IGNACIO GIL
ESPAÑA

Cristina Cifuentes desata la ira de los antidesahucios al llamarlos «filoetarras»

La delegada en Madrid sostiene que practican «casi la 'kale borroka'» y que apoyaron una manifestación a favor de los presos de ETA

MADRID. Actualizado: Guardar
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Para la delegada del Gobierno en Madrid, los miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca son «filoetarras». Cristina Cifuentes denunció ayer que la portavoz de ese movimiento, Ada Colau, y «otras personas de la plataforma han manifestado su apoyo a Bildu y Sortu, y estos grupos tienen mucho que ver con ETA».

Cifuentes mencionó como prueba de cargo que «Stop Desahucios», una organización integrada en ese colectivo, apoyó «explícitamente una manifestación a favor de los presos de ETA». También citó el hecho de que Bildu, la etiqueta electoral de la izquierda abertzale, respalda «las reivindicaciones» de la plataforma. Con estos datos en la mano, la delegada del Ejecutivo de Mariano Rajoy, dijo no tener dudas de los vínculos y «comunión de ideas» con ETA y su entorno.

Subrayó «la violencia y coacción» que practican algunos miembros del movimiento recuerdan «casi a la kale borroka». Cifuentes precisó que se refería a las protestas ante las viviendas de políticos, los llamados 'escraches', que «no son tolerables» porque son protestas «coactivas». Unos actos, añadió, que «curiosamente» solo afectan a diputados del PP, pero no de otras fuerzas políticas, una discrminación que evidencia una «intencionalidad política».

Estas protestas han recrudecido en los últimos días y consisten en concentraciones ante los domicilios de dirigentes, sobre todo del PP, en diferentes ciudades para reclamar cambios en la ley hipotecaria. Los manifestantes portan carteles en verde con la leyenda «si se puede» y otros en rojo con el texto «¿pero no quieren?». Las protestas suelen derivar en acusaciones, a veces agresivas, al político interpelado por su rechazo a las medidas propuestas por la plataforma, como la dación en pago, incluida en la Iniciativa Legislativa Popular que presentaron en el Congreso en febrero.

Estas concentraciones empezaron a realizarse en los noventa en Argentina, de donde toma el nombre de escrachar que significa descubrir y poner en evidencia. Se efectuaban frente a las viviendas de militares implicados en la represión durante la dictadura.

Ada Colau tachó de «inmoral e infamia» la acusación de la delegada del Gobierno, contra la que estudia tomar medidas legales. «Es -replicó- una acusación gravísima, y al mismo tiempo ridícula, mezclar a la plataforma con el terrorismo porque no tiene nada que ver». Sostuvo que su organización -que hasta ahora ha impedido 598 desalojos de familias, según sus datos- es «apartidista, independiente y plural». Las palabras de Cifuentes tienen, en su opinión, el objetivo de tender «una cortina de humo» para no modificar la ley hipotecaria, una norma abusiva, según la sentencia del Tribunal Europeo de Luxemburgo.

El PSOE calificó de «barbaridad» los comentarios de la delegada; IU pedirá explicaciones a Interior y consideró no es más que un intento de desviar la atención del no del PP a la reforma hipotecaria. Hasta el PP desautorizó a Cifuentes y su líder en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, dijo «no suscribir en absoluto» la acusación a la plataforma.