
Napolitano encarga a Bersani que forme Gobierno en Italia, pero «sin demoras»
El líder del Partido Demócrata promete abordar el reto «con la máxima determinación» mientras se dispara el escepticismo
Actualizado: Guardar«Sin demoras». La consigna lanzada por el presidente italiano, Giorgio Napolitano, fue clara. El futuro político no se puede permitir más dilaciones. Y así se lo hizo saber ayer el jefe de Estado al líder del Partido Demócrata (PD), Pierluigi Bersani, al confiarle el encargo de formar Gobierno. «Lo esencial es mostrarnos a nosotros mismos, a Europa y a la comunidad internacional cuánto apreciamos el valor de la estabilidad institucional, no menos que la estabilidad financiera. De ambas depende el grado de confianza de nuestro país», señaló el mandatario al concluir su encuentro en el Palacio del Quirinal con el ganador de las elecciones celebradas en febrero.
La misión que recae sobre Bersani se presenta cuanto menos difícil y tanto él como Napolitano son conscientes de la dificultad de alcanzar acuerdos en un Parlamento dividido en tres bloques irreconciliables: el PD, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) de Beppe Grillo y el Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi. Por ese motivo, Napolitano le pidió al líder de centroizquierda que le informe «pronto» si fracasa en la búsqueda de consenso. Sabe que ha comenzado la cuenta atrás de su mandato y necesitaría buscar otra salida urgente ya que no puede convocar nuevos comicios cuando apenas le quedan dos meses al frente de la jefatura de Estado.
A pesar de la incertidumbre que se extiende sobre Italia, Napolitano envió en mensaje de optimismo: «Tengo la sensación de que resolveremos la crisis de gobernabilidad». En su discurso -largo, detallado y dotado de un estilo desconocido hasta ahora- también reconoció que se ha abierto una nueva etapa. «No se puede ignorar el alcance y la gravedad del malestar social. De ahí el excelente resultado que ha experimentado el M5S», señaló.
Pese al argumento del presidente de que «Bersani es objetivamente el político que dispone de las condiciones más favorables para encontrar una solución», la sociedad italiana defiende lo contrario. Un 60% de los ciudadanos sostiene que el representante del centroizquierda no logrará finalmente la confianza necesaria para convertirse en primer ministro, según una encuesta realizada por la RAI3. No obstante, el candidato más votado en los comicios dijo sentirse en condiciones de afrontar el desafío. «Intentaré responder al encargo con la máxima determinación, ponderación y equilibrio», manifestó, acto seguido de explicar que se reunirá en los próximos días con las fuerzas parlamentarias «con ideas claras, precisas y pocas palabras».
Grillo, la tabla de salvación
Las posibilidades de que Bersani salga victorioso giran en torno a una única figura: Beppe Grillo. El cómico televisivo, sin embargo, sigue decidido a no apoyarle. Ayer, su portavoz en el Senado, Vito Crimi, volvió a dar un portazo a las opciones de sellar una alianza. «¿En qué idioma tengo que decirlo? No habrá acuerdo con el PD», dijo con rotundidad. Poco antes había emplazado al líder de la coalición de centroizquierda a renunciar a los reembolsos electorales: «Si lo hiciera, sería la primera prueba de un cambio real. Primero este gesto y luego ya hablaremos».
Berlusconi, por el contrario, sí desea pactar con el PD pero es el propio Bersani quien se niega a estrechar otra vez lazos con 'Il Cavaliere' después de dos décadas de entendimiento. En ese callejón sin salida en el que la falta de mayoría en el Senado hace imposible la gobernabilidad del PD, resultará clave el 'plan B' que ya contemplaría Napolitano, según apuntan medios locales. Se trataría de encontrar una figura institucional capaz de constituir un Gobierno temporal a fin de reformar la ley electoral y celebrar comicios el próximo junio.