La Iglesia española expulsa por primera vez a un sacerdote por abusos a menores
PALMA. Actualizado: GuardarEl cura Pere Barceló Rigo, que ejerció de párroco de la colonia turística de Can Picafort (Mallorca), ha sido expulsado tras constatar un tribunal eclesiástico que perpetró «gravísimos» delitos sexuales y que merece ser condenado por pederastia. El tribunal considera al párroco culpable de haber abusado sexualmente de tres niñas.
El sacerdote, que ya había sido apartado de su ministerio a comienzos de 2011 y que desempeñó el cargo de vicario de la ciudad de Pollença, fue denunciado en primera instancia por una mujer que aseguró que cuando tenía diez años sufrió abusos y fue violada por el sacerdote. Según el obispado de Mallorca, el proceso se ha traducido en la «pena máxima de expulsión del estado clerical», lo que significa que ya no puede ejercer su ministerio. Se trata del primer caso de pederastia en la Iglesia católica española desde que el anterior Papa, Benedicto XVI, decidiera aplicar el máximo rigor a los clérigos culpables de cometer de ese delito.
Al testimonio de la mujer se unieron otras dos denuncias, según informa elDiario de Mallorca, que apunta que la última de ellas sostuvo que, además de tocamientos, fue violada en repetidas ocasiones entre 1997 y 1998 a partir de los diez años. De forma paralela, los hechos denunciados están siendo investigados por un juzgado de Inca, cuya titular ha imputado al clérigo.
Ratificación pontificia
La decisión de la Iglesia tendrá que ser confirmada por el Vaticano, si bien el cura puede recurrir ante el Supremo Tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la extinta Inquisición.
Jesus Murgui, obispo de Mallorca cuando se produjo la denuncia y hoy titular de la diócesis de Orihuela-Alicante, apostó por seguir las instrucciones de Joseph Ratzinger y llegar hasta el final. A la vista de los hechos, el prelado ordenó retirar del rectorado de la parroquia de Can Picafort al acusado. El obispo tomó cartas en el asunto cuando se presentó otra denuncia, esta vez de una mujer de Cala Rajada, que acudió a la ONG Red de Ayuda a Niños Abusados (RANA) para tramitar la reclamación. Y es que el sacerdote había sido destinado en Cala Rajada antes de desarrollar su labor pastoral Can Picafort.