«Cualquier historia que se cuenta está traspasada por la crisis»
Uno de los músicos más comprometidos con las causas sociales de nuestro país, recala mañana en el Falla para presentar 'Todo empieza y acaba en ti'
CÁDIZ.Actualizado:Heredero de la generación de oro de la canción de autor, Ismael Serrano ha consolidado una carrera de éxito en base a su buen hacer poético y sobre todo, su firme y manifiesto compromiso social. Lleva ya ocho discos a su espalda, el último, 'Todo empieza y acaba en ti', que este sábado presenta en el Gran Teatro Falla.
-¿Es cierto que entiende a su último disco, 'Todo empieza y acaba en ti', como un nuevo comienzo?
-Siempre está el propósito de aportar algo nuevo a lo que has venido haciendo y de ir sumando referencias e influencias e ir incorporando a las canciones todo el aprendizaje. A eso responde la intención de entender este disco como un nuevo comienzo, es más eléctrico que los anteriores. Por aquello de imprimir cierta épica a las canciones, hemos ido a grabar cuerdas a Bratislava. Pero como digo, tratando de ir buscando poco a poco una voz propia que te defina, que es una búsqueda constante para cada autor. Me considero como mucho heredero de una generación de trovadores. Creo también en lo que pueda aprender de esa tradición, es de ser bien nacidos ser agradecidos.
-El disco viene acompañado de un libro de poesías, ¿no hay manera de desahogarse?
-Me apetecía ahondar en la idea del disco como concepto global. Creo que se está perdiendo ese empeño por contextualizar a la hora de elaborar un disco. No es sólo una sucesión de canciones que cada una vienen de un lado. Sino que todas las canciones vienen vertebradas por una idea en común, por una búsqueda común, que uno ha ido depositando de forma inconsciente. Y me apetecía eso, contextualizar a través de los textos que tengan que ver con la génesis de las canciones. Un disco retrata en su conjunto un estado anímico, artístico y creativo del autor y creo que los textos ayudaban en ese sentido.
-Los beneficios de 'Luces errantes' van destinados a los niños de Gaza, ¿puede explicar el sentido de ese gesto?
-El viaje más emocionante de mi vida es el que me llevó a grabar a Cisjordania, a Ramala, con un coro de niños que es el que aparece en esta canción. La realidad cotidiana que padecen los palestinos abochorna a uno que se siente parte de una comunidad internacional que no ha sido suficientemente contundente para ponerle fin al hostigamiento diario que padece ese pueblo. Se ven acorralados por una situación terrible. Escucharlo a través de los testimonios de los niños es espeluznante.
-Hace años, y en referencia a la Guerra de Irak, dijo que confiaba en la movilización ciudadana y, ¿ahora?
-Hay que considerar que la gente está muy asustada. Vivimos con una espada de Damocles continuamente sobre nuestras cabezas y el riesgo a perderlo todo nos hace estar paralizados. No se trata de una resignación cristiana por así decirlo, sino de miedo, que ha convertido los derechos en privilegios en muchos casos. Lo que atomiza a la sociedad fundamentalmente es vivir en esa situación de precariedad.
-¿Es cierto lo que dicen algunos que era más fácil escribir poesía en dictadura que ahora, con democracia?
-Creo que no, tiene que ver con los tiempos en que vivimos. Lo que hemos perdido es capacidad de profundizar, de reflexionar en los aspectos políticos, sentimentales... Hacemos un consumo voraz de información, un consumo de usar y tirar. En ese sentido, la poesía, la música, y todas las expresiones artísticas que requieren cierta reflexión se han visto relegadas. Creo que no es el caso de que en democracia uno rebaje su sensibilidad social, sino que tiene más que ver con cuestiones de pudor. No nos importa contar nuestros hábitos sexuales, pero si nos da pudor hablar del partido al que votamos. Tiene que ver con un empeño de frivolizar cualquier expresión , hacer que tengan un carácter de evasión, de entretenimiento, y no de reflexión.
-¿Cómo irrumpió la crisis en su forma de componer?
-Hoy por hoy, cualquier historia que se cuente, aunque sea una historia de amor, está traspasada por la crisis, es el río de fondo que atraviesa todo.