ALONSO - NADAL

Vaya dos fenómenos! ¡Qué derroche de talento y de competitividad tienen estos deportistas españoles! Nunca fallan. En este mundo tan resultadista, aún más en la elite, ellos siempre están en lo más alto. Como esa expresión que tanto transmite Luis Aragonés a sus jugadores: «Se trata de ganar, ganar y volver a ganar». Pero qué difícil es practicarlo. Son deportistas hechos a sí mismos, sin grandes ayudas ni grandes lujos. Al mallorquín lo formo su tío y al asturiano su padre. A Rafa su tío lo transformo en zurdo y a Fernando su padre le diseño su primer kart. Es un placer sentarse frente al televisor para disfrutar de otra exhibición de estos iconos deportivos. Ofrecen dos horas de espectáculo que ayuda a olvidarse de los problemas cotidianos.

Hemos tenido históricamente la suerte de contar con grandes figuras en los deportes individuales. Antes de que Fernando Alonso fuese campeón en la F1, lo fue Ballesteros para el golf, Paquito Fernández Ochoa para el esquí, Santana en el Tenis y Bahamontes o Indurain en el ciclismo. Y no me olvido de Ángel Nieto en el motociclismo (le deben un premio Príncipe de Asturias). A todos ellos los define una cabeza privilegiada y calculadora. Una capacidad para competir bajo presión fuera de lo común. A mayor dificultad del objetivo, mejor rendimiento ofrecen. ¡Qué difícil es encontrar esto en los deportes colectivos!

En un grupo la responsabilidad se diluye entre todos, se va perdiendo. El esfuerzo, la concentración, la presión, los fallos, los aciertos… todo se comparte. Todos estos valores dentro de un colectivo parecen menos relevantes. Mucho deberían aprender los deportistas de la profesionalidad y la mentalidad con la que afrontan sus retos Alonso y Nadal. Contagian un espíritu de lucha que son buen ejemplo para los mas jóvenes. Optimismo, no rendirse y luchar por una ilusión. Un inconformismo que anima a salir del proceso depresivo actual. El hambre que tienen para ser cada día mejores es una virtud muy difícil de encontrar. Trasladada esa virtud al fútbol, la encuentro en Puyol.