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El conde de Fontao llega el martes a los juzgados de Plaza de Castilla para declarar como testigo. :: A. D. / EFE
ESPAÑA

El conde de Fontao desvela que también abortó la aventura empresarial de Elena de Borbón

La hija mayor del Rey, a pesar de que la Zarzuela ha anunciado varias veces el cierre de la compañía, es aún la dueña de Cinoscéfalos

MELCHOR SÁIZ-PARDO
MADRID.Actualizado:

José Manuel Romero, según él mismo, no solo intentó abortar las aventuras empresariales de Iñaki Urdangarin en el Instituto Nóos. Solo meses después de ocuparse en verano de 2006 de que los duques de Palma abandonaran, al menos sobre el papel, la institución acusada de desviar seis millones de dinero público, el conde de Fontao tuvo que repetir actuación con otro miembro de la Familia Real, la infanta Elena.

Según declaró anteayer el asesor legal del Rey ante el juez del 'caso Nóos', José Castro, él en persona se ocupó de frenar en otoño de 2007 los planes empresariales de la hija mayor de los Reyes poco después de separarse. El conde de Fontao le habría recomendado no embarcarse en negocios privados y cerrar su empresa y, ella, en teoría, habría seguido las indicaciones del aristócrata, de acuerdo a su declaración ante el juez.

Pero el Registro Mercantil desmiente la versión de Romero. Efectivamente, la infanta compró el 10 de agosto de 2007, un mes antes de que la Zarzuela anunciara el «cese temporal de la convivencia» del matrimonio Marichalar-Borbón, la empresa Global Cinoscéfalos S. L., hasta entonces una mercantil durmiente que tenía como objeto social el «asesoramiento en materias económica, contable y financiera», y que tenía como sede social un despacho de abogados.

Tras publicarse a finales de 2007 que la infanta, maestra de profesión, se había lanzado al asesoramiento financiero al comprar como «accionista al 100%» la firma, la Casa Real se apresuró a anunciar que la hija de don Juan Carlos había iniciado los trámites para «liquidar» y «disolver» esa consultora. Pero no fue así.

Lo que ocurrió en esas fechas en las que intervino el conde de Fontao es que Elena de Borbón siguió siendo «socia única» de esa empresa, destituyó a los cargos que figuraban en la junta directiva, entre ellas la persona que le vendió la firma, un administrador de empresas, y nombró como administrador único de Cinoscéfalos a Carlos García Revenga, el secretario de las infantas, imputado en el 'caso Urdangarin' y que hasta meses antes había sido el tesorero de Nóos y miembro de su directiva. También fue nombrado apoderado de la empresa, Javier García Revenga, hermano de Carlos.

¿Sin actividad?

Cinoscéfalos, que a los ojos de la administración no desarrolla actividad alguna, cayó en el olvido hasta que el año pasado la Agencia Tributaria reclamó una deuda de 500 euros a la infanta en concepto de cánones no satisfechos de la empresa a las administraciones. Según publicó entonces el diario 'Cinco Días', el portavoz de la Casa Real, Javier Ayuso, admitió que «la sociedad nunca se liquidó». «Cometimos un error. Los abogados de la infanta Elena dieron por hecho que el departamento jurídico de la Casa Real se encargaría de los trámites legales pertinentes para proceder a la liquidación formal, legal y efectiva de la compañía, y este departamento pensó que quienes se encargarían de hacerlo eran los asesores legales de la infanta Elena. Pero nadie lo hizo», explicó Ayuso al rotativo, que prometió que, una vez liquidada la deuda, la polémica sociedad desaparecería. Pero tampoco eso es cierto.

A día de hoy, Cinoscéfalos, según el Registro Mercantil, sigue activa a pesar del escándalo de Nóos y continúan al frente de la misma la infanta Elena y los hermanos Revenga. La sociedad, además, no ha despositado jamás cuentas anuales, lo cual impide conocer cuáles han sido los resultados, amén de ser una grave irregularidad penada con multas.

La fallida intervención del conde para hacer desaparecer Cinoscéfalos no fue la única con doña Elena, según declaró. Romero, que intervino en su momento como mediador en el divorcio entre la infanta y Jaime de Maricharlar, también aseguró haber frenado el intento de la hija mayor de los Reyes de cobrar, tras su divorcio, la pensión alimenticia de sus hijos, Felipe Juan y Victoria Federica, a través de una fundación.