'Obamarator', el presidente de los vibradores
El universo del consolador está lleno de sorpresas: hay juguetes sexuales de inspiración zombi, tentáculos de pulpo azul, joyas con diamantes e incluso ‘kits’ para hacer duplicados de un pene real
Actualizado:Quién iba a pensar que el mundo de los consoladores daba para tanta variedad. Al fin y al cabo, parece un instrumento bastante elemental, que debe atenerse a unas directrices de diseño más o menos estandarizadas, así que el profano en la materia se imagina que la oferta existente debe de ser limitada, una cuestión de talla y poco más. ¡Error! El ser humano es caprichoso y realmente quiere que los juguetes sexuales sean eso, juguetes, objetos atractivos con algo de gracia, belleza o misterio. El resultado es que, solo en Amazon, hay ahora mismo 16.000 diseños a la venta, y eso que los modelos más aventurados se mueven a través de otros canales y no están presentes en el gigante de internet.
La idea de seleccionar unos cuantos consoladores curiosos acaba produciendo, cuando uno se pone a explorar, un poco de mareo y congoja. Porque, claro, se puede comprar desde un vibrador de Hello Kitty!, que más parece un sonajero, hasta el imponente 'Amir', una especie de monolito de 40 centímetros de longitud y siete centímetros de diámetro en la base, fabricado a partir del molde de un semental de caballo de raza árabe. Enfrentado al interminable surtido, uno llega a la conclusión de que el mundo está lleno de artesanos que consagran sus habilidades y su creatividad a las formas fálicas: ¡si hasta existen vibradores zombis, adornados con «pústulas, heridas frescas y venas podridas bajo la piel»!
Aquí va una muestra de siete modelos, con las correspondientes imágenes en la galería de la derecha.
El patriótico. Patriótico estadounidense, se entiende, porque todavía nadie se ha animado a hacer nada parecido con Mariano Rajoy (y mira que el nombre comercial de 'Vibrajoy' sería bueno). Hablamos del 'Obamarator', el vibrador que homenajea a Obama, un trastito de 21 centímetros con la imagen de un Barack sonriente y trajeado. Los fabricantes aseguran que estimula igual a «conservadores y a liberales radicales».
El fantástico. Bad Dragon es una empresa dedicada a crear juguetes sexuales de inspiración fantástica, como este alucinante tentáculo azul que también serviría de pisapapeles. Al parecer, hay muchas personas aficionadas a pasar el rato con falos de dragón y otros apéndices de criaturas misteriosas, porque en Bad Dragon trabajan quince personas. Además, son los proveedores oficiales de juguetes sexuales de la Philolexian Society de la Universidad de Columbia, un club literario de estudiantes al que ha pertenecido mucha gente eminente. Parece que hasta los tipos más respetables esconden tentáculos.
El vegetariano. Algunas hortalizas tienen gran tradición en estas lides, no hay más que ver películas como ‘Cuentos inmorales’, pero el diseñador Francesco Morackini pretende mejorar su rendimiento gracias al 'Dildomaker', capaz de convertir una zanahoria o un calabacín en un singular miembro viril, hermosamente configurado. De momento es solo un prototipo y no se puede comprar, pero, en vista de la vitalidad de este mercado, seguro que se acaba fabricando: vivimos tiempos muy verdes.
El pijo. Bienvenidos a Jimmyjane, la casa que ha creado una gama de vibradores en metales preciosos, que además son «los más silenciosos que existen». La versión más cara es el 'Little Platinum Eternity', adornado con 28 diamantitos: la broma cuesta 2.700 euros, así que en vez de esconderlo en un cajón será cosa de llevarlo colgado al cuello.
El religioso. No se asusten, que hemos elegido una de las variantes que, al menos estadísticamente, van a ofender menos sensibilidades: se trata del ‘Placer de Buda’, que según la publicidad es capaz de trasladar al nirvana en cuestión de minutos. La empresa Divine Interventions fabrica consoladores en silicona inspirados en diversas confesiones, jugando con lo escandaloso, y podemos asegurar que los de temática cristiana provocarían síncopes a los espíritus sensibles. Qué curioso, islámicos no hay.
El realista. ¿Está usted muy orgulloso de su aparato genital? ¿Le encanta tal vez el de su pareja? ¿Cree que resulta imposible superar esa perfección casi sobrenatural? Pues también hay un vibrador para usted, aunque le obligará a hacer ciertos trabajos manuales, y lo decimos sin doble sentido. La firma TruSex Toys vende un ‘kit’ denominado 'Clone-a-Willy', que permite reproducir cualquier falo de manera «superrealista» en un material hipoalergénico. Además, una vez que se termina el moldeado, se inserta el motorcito y se obtiene el resultado final, se puede pintar de colores imaginativos, como el verde fosforescente. Este procedimiento, por cierto, tiene un antecedente ilustre: las Plaster Casters de Chicago eran un equipo de ‘groupies’ que reproducían en escayola los genitales de las estrellas del rock con las que se acostaban. Todavía hoy, la Cynthia P. Caster Foundation vende, por ejemplo, un duplicado de la herramienta de Hendrix. La guitarra no, la otra.
El ‘vintage’. Ya que estamos con un poco de historia, conviene recordar que los vibradores no son cosa de ayer. De hecho, se inventaron en 1869, cuando un médico estadounidense patentó un modelo a vapor para tratar «desórdenes femeninos». Durante mucho tiempo se anunciaron en periódicos y revistas con el truco habitual de presentarlos como saludables máquinas de masaje. El modelo ‘Niágara’ de la foto, con su aspecto un poco intimidante de batidora vieja, pertenece al museo de San Francisco dedicado a la historia de estos artilugios. Estando en la California de los Beach Boys, no podía tener otro nombre: Good Vibrations, buenas vibraciones.