El 'príncipe' frena su meteórico ascenso

Hace un año, Oriol Pujol Ferrusola (Barcelona, 1966), el único de los siete hijos del expresidente Jordi Pujol que se dedica a la política, tomó la riendas de Convergència Democrática de Catalunya, el partido que fundó su padre en 1974, y lo hizo con el objetivo de lograr el Estado catalán. Ahora, casi 365 días después, se aparta de la primera línea por la misma razón, para favorecer el soberanismo y para que su imputación no sirva de munición a los contrarios a la independencia.

La renuncia del exnúmero tres de la coalición nacionalista y ex secretario general de CDC frena una carrera meteórica, que le ha llevado en una década a pasar de diputado raso a figurar en todas las quinielas como el delfín para sustituir a Artur Mas al frente de Convergencia, CiU y, llegado el momento, la Generalitat. Su renuncia está llena de interrogantes y podría quedarse en un mero paréntesis pues no está descartado que el caso de las ITV quede en nada y por tanto el expediente de Oriol Pujol quede limpio. De ser así, podría pasar por el mismo proceso que su padre, que salió catapultado políticamente tras ser absuelto en el caso de Banco Catalana. Pero si el caso no acaba archivado, es complicado que logre darle la vuelta.

Casado y con tres hijos, licenciado en Veterinaria y máster MBA, Pujol, el heredero o el príncipe, como le llaman en su partido, empezó en política de la mano de su padre y ha ascendido junto a Mas. Tras pasar por el ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat y todos los peldaños de su partido, lidera a la nueva generación de dirigentes de CDC que se declaran independentistas y han abandonado la calculada ambigüedad que ha caracterizado al partido

Los más próximos dicen que está más influido por su madre Marta que por su padre y que suele atribuirse el mérito de haber arrastrado a su padre Jordi hacia el independentismo.