Rajoy sopesa incluir a Ana Mato en la lista de las europeas de 2014
El líder del PP, que defiende la integridad de la ministra de Sanidad, optaría por Arias Cañete como cabeza de cartel
Actualizado:La pérdida de apoyo electoral que reflejan todas las encuestas comienza a preocupar a Mariano Rajoy, aunque no le quita el sueño, según explican sus colaboradores. El presidente del Gobierno achaca este divorcio «temporal» entre el PP y parte de su electorado a la decepción que supone para los ciudadanos que tras 15 meses de duros ajustes la situación económica no remonte y el desempleo sigue en alza. Un escenario que, sin embargo, entraba en los cálculos de un Ejecutivo que prevé que las reformas que ha puesto en marcha comiencen a dar resultados en 2014.
Un año que puede resultar clave para el futuro político de Rajoy porque se enfrentará a sus primeras elecciones de índole nacional desde que llegara la Monloca. Fuentes del Gobierno explican que las elecciones al Parlamento europeo, que se celebrarán dentro de 14 meses, pueden convertirse en la palanca que necesita Rajoy para acometer su primera reforma ministerial sin que se interprete como un castigo para nadie. De hecho, baraja incluir en puestos de salida a la ministra de Sanidad, Ana Mato, aunque la cabeza de cartel sería para el titular de Agricultura, Miguel Arias Cañete
«De producirse, no sería nada traumático, porque otros presidentes como José María Aznar o José Luis Rodríguez Zapatero cambiaron a sus equipos antes de unas elecciones europeas», comenta un miembro del Gobierno.
Pese al intento de disfrazar esta crisis de la más absoluta normalidad, lo cierto es que a nadie se le escapa que Mato ha quedado muy tocada tras la constatación policial de que el todavía marido de la ministra, Luis Sepúlveda -aunque hace años que viven separados-, y ella misma recibieron prebendas de la 'trama Gürtel'. Una empresa de Francisco Correa supuestamente habría pagado fiestas, regalos y viajes de la familia Sepúlveda-Mato.
Rajoy intentó cortar esta segunda hemorragia en el partido, que se abrió pocos días después de estallar el escándalo Bárcenas, con una defensa en público de la honorabilidad de la ministra de Sanidad. Logró frenar las voces que desde dentro del PP pedían de manera soterrada el cese de Mato, cuya dimisión reclamaron al unísono casi todas las formaciones con representación parlamentaria, sobre todo el PSOE.
«Rajoy siempre pondrá por encima de cualquier consideración los intereses de España y, luego, los del partido», recuerda uno de sus colaboradores. Una clara alusión a que el líder de los populares ha dado sobradas muestras de que, llegado el momento, no se casa con nadie.
Los tiempos judiciales no favorecen a la ministra. La instrucción del 'caso Gürtel', que comenzó hace cuatro años, podría coincidir con el final de la legislatura y convertirse en un serio contratiempo para Rajoy. El Gobierno trabaja a marchas forzadas para ultimar una batería de medidas de regeneración democrática que, según la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, marcará un hito en la lucha contra la corrupción en España. Un impulso que Rajoy también quiere establecer como punto de inflexión para el PP.
Mayor Oreja
Una propuesta muy ambiciosa a la que algunos barones populares ven puntos débiles. Temen que la oposición pueda aprovechar la presencia, de una manera u otra, de Mato en el desarrollo judicial del 'caso Gürtel' para atacar el fondo de este gran pacto anticorrupción. A esto hay que añadir que el 'caso Bárcenas', y las repercusiones judiciales de la presunta contabilidad B que el extesorero manejó durante más de una década, sigue siendo una bomba de relojería cuyo alcance nadie se atreve a vaticinar en la calle Génova.
Por todo ello, la opción de incluir a Ana Mato en la lista de las elecciones europeas -ya fue parlamentaria en Estrasburgo en 2004-, podría ser «la mejor salida» para todas las partes. «Rajoy sigue mostrando que confía en ella y le aparta momentáneamente de la primera trinchera», expone otro miembro de la cúpula popular.
Lo que sí parece poco probable es que la titular de Sanidad sea el número uno. Incluirla como cabeza de cartel, lejos de quitarle presión, la expondría durante varios meses a toda suerte de críticas y reproches electorales y, no solo por parte de los rivales del PP. De hecho, Rajoy deberá afrontar la convulsión interna, a priori menos espinosa, que puede provocar la no renovación en ese puesto del histórico Jaime Mayor Oreja. El veterano político lleva años enfrentado en público y en privado con los actuales dirigentes del PP vasco y también discrepa con la política antiterrorista del Ejecutivo.
El preferido de Rajoy para este puesto es el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que también abandonaría el Gobierno. Sería solo un primer paso porque el anhelo de Rajoy es que Cañete, de su máxima confianza, se convirtiera en comisario europeo cuando el socialista Joaquín Almunia concluya su mandato.