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Soldados españoles participan en un control de carreteras en Irak, cerca de Diwaniya, el 11 de marzo del 2004. :: HUSSEIN MALLA / AP
ESPAÑA

Defensa investiga la posible paliza de soldados españoles a prisioneros iraquíes

Quiere comprobar si el vídeo de la agresión en la base que España tuvo en Diwaniya es veraz e identificar a los seis uniformados implicados

R. C.
MADRID.Actualizado:

El Ministerio de Defensa investiga si un grupo de soldados españoles pudo infligir hace una década malos tratos a dos prisioneros en los calabozos de la base militar de Diwaniya, el principal enclave de la misión española durante la invasión de Irak. Los técnicos de este departamento se centrarán de entrada en averiguar si el vídeo difundido el domingo muestra o no imágenes reales y si la brutal agresión a los prisioneros que se observa existió.

La grabación, de unos 40 segundos de duración, arranca con la entrada de tres militares españoles en una celda de la base, seguidos por otros dos soldados que esperan junto a la puerta. Los más adelantados gritan a un iraquí que está tirado en el suelo sobre una manta para que se levante y, como parece que no les oye, comienzan a darle patadas, cada vez más fuertes y reiteradas, que también alcanzan a un segundo detenido. Las imágenes parecen estar grabadas por una sexta persona, situada tras los dos militares que esperan en la puerta, a uno de los cuales se le escucha decir: «¡Jo, a este se lo han cargado ya!". El vídeo fue colocado por 'El País' en su web.

Fuentes ministeriales indicaron que una vez que se sepa si se está ante unos hechos reales, se tratará de identificar a los seis militares implicados en la grabación mientras los servicios jurídicos valoran las posibles violaciones del código disciplinario o incluso los delitos que podrían haber cometido. En este caso, también será necesario analizar si las infracciones administrativas y penales cometidas han prescrito o no porque las imágenes muestran hechos que se habrían producido como mínimo hace nueve años. Las últimas tropas españolas abandonaron Irak el 21 de mayo de 2004, un mes después de que José Luis Rodríguez Zapatero, al día siguiente de tomar posesión como presidente del Gobierno, ordenase la retirada inmediata de los 1.300 soldados desplegados en la zona de conflicto por su antecesor, Jose María Aznar, a finales de junio del año anterior.

El primer borrón

La contribución española a la guerra de Irak, que comenzó hace justo diez años, el 19 de marzo de 2003, fue una brigada de militares distribuidos en dos bases del sur del país durante un período de un año. En ese tiempo, debido a los relevos en las unidades, prestaron servicio en el territorio iraquí unos 5.000 militares españoles, once de los cuales murieron.

Defensa dijo tener un especial interés por esclarecer estos hechos, que calificó de «deplorables», porque de ser ciertos serían el primer baldón para las Fuerzas Armadas españolas en 24 años de misiones internacionales, durante las que han participado unos 133.000 militares en más de medio centenar de operaciones realizadas en todos los continentes a excepción de Oceanía.

De hecho, en la actualidad varios miles de soldados españoles colaboran en misiones de la UE, de la OTAN o de la ONU en Líbano, Afganistán, Océano Índico/Somalia, en las últimas gestiones en Bosnia, y en la recién iniciada guerra de Malí.

Hasta ahora, no se había registrado ni un solo episodio de maltrato durante estas misiones, que, de hecho, se solían caracterizar por un comportamiento profesional, totalmente alejado de los múltiples escándalos protagonizados por tropas estadounidenses o británicas y de episodios como las torturas y graves vejaciones a prisioneros registradas en la cárcel iraquí de Abu Ghraib, que asquearon a la opinión pública mundial.

El PSOE, a través de la exministra Trinidad Jiménez, consideró que se trata de un hecho aislado, que hay que investigar hasta el final, pero que no hay que generalizar. Izquierda Unida ya ha pedido al titular del Defensa, Pedro Morenés, que comparezca en el Congreso para dar explicaciones.