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Economia

Los chipriotas padecen el año electoral alemán

La agenda política determina la actuación de la canciller Angela Merkel en las decisiones europeas

ALMUDENA DE CABO
BERLÍN.Actualizado:

Los chipriotas han sido los primeros en darse cuenta de que este año no es uno cualquiera para Alemania: es un año electoral y la impopularidad de las decisiones europeas mantiene entre la espada y la pared al gobierno de coalición de la canciller alemana, Angela Merkel. Según las informaciones que se han ido filtrando, parece que el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, fue el que impuso la condición de que los chipriotas contribuyeran con sus ahorros al rescate.

El descenso de la contribución europea de 17.000 a 10.000 millones de euros puede ser defendida con más facilidad en el Bundestag (Cámara baja) y ante el electorado alemán. Sin embargo, de momento, el grueso de la clase política alemana se mantiene cauta a la hora de posicionarse a favor o en contra del rescate que probablemente sea votado a mediados de abril.

El rescate de Chipre y su paso por el Bundestag para su votación puede ser la primera «bomba de relojería» que explote en la cara de Merkel, según escribe la publicación alemana Der Spiegel. Schäuble intentó acallar los temores esta semana afirmando que no será un problema porque el gobierno de coalición cuenta con la mayoría necesaria para sacarlo adelante. Sin embargo, no sería la primera vez que tenga que recurrir a la oposición en una votación al no contar con el apoyo suficiente entre sus filas y en pleno año electoral el debate será acalorado. Tanto su socio en el poder, el Partido Liberal (FDP), como el principal partido de la oposición, el Partido Socialdemócrata (SPD), han reclamado más información antes de votar a favor o en contra.

La crisis del euro y el combate por salir de ella llevan años marcando la agenda política de la mayor economía de Europa. A poco más de seis meses para las elecciones generales en Alemania, cualquier decisión a escala de la Unión Europea (UE) puede repercutir negativamente en los comicios del próximo 22 de septiembre. La canciller alemana, Angela Merkel, es muy consciente de ello y sopesará cualquier tipo de decisión que pueda ser mal recibida por el exigente electorado alemán, aunque ello implique que zozobre algún socio europeo.

La canciller no da su brazo a torcer en la aplicación de la política de austeridad. ¿Cuánto tiempo se mantendrá Alemania a flote si sus vecinos y principales clientes se ahogan? Parece ser que tiene para largo. Los prestigiosos Institutos de Economía Mundial de Kiel y de Investigación Económica de Halle afirman que el país se empieza a recuperar tras su bache de finales del pasado año. Será otra baza electoral, si se confirman sus previsiones