La isla de los oligarcas rusos
Utilizado como plataforma para gestionar fortunas, el país despertó sospechas en Alemania por lavado de dinero
BRUSELAS. Actualizado: GuardarLa mitología griega cuenta que Afrodita, diosa del amor, nació en Chipre. La isla, de apenas 900.000 habitantes, evoca imágenes de playas mediterráneas bañadas por sol, pero su pasado y presente resulta mucho más turbulento. El país permanece dividido desde 1974, año en el que Turquía invadió la zona norte en respuesta a un golpe de Estado apoyado por Atenas.
La fractura, que ha intentado resolverse en distintas ocasiones, no impidió que Nicosia floreciera al calor del turismo y el sector financiero. Su modelo económico, sin embargo, colapsó hace poco más de un año por la elevada exposición de su banca a la economía helena. Chipre, que ingresó en la UE en 2004, se ha visto bajo la lupa de sus socios desde que solicitó el rescate el pasado verano.
En un primer momento, la operación parecía sencilla por el tamaño de la ayuda, pero la cuestión empezó a enquistarse. Alemania expresó sus dudas por las sospechas sobre lavado de dinero en el sector financiero chipriota. Estos recelos proceden de los estrechos lazos que mantiene la isla con Rusia, a la que pidió auxilio previamente antes de llamar a la puerta de la zona euro. Incluso, se especuló con que negoció préstamos de emergencia con China ante su incapacidad para financiarse en los mercados. Nicosia dejó de tantear a Moscú y Pekín el mes pasado después de que el conservador Nicos Anastasiades ganara ampliamente las elecciones.
Hasta el triunfo del nuevo presidente, que basó su campaña en una rápida negociación para obtener la ayuda europea, Alemania y sus aliados más estrechos miraron hasta el último detalle de las implicaciones del rescate. En la prensa germana, se han analizado en profundidad los activos de multimillonarios rusos gestionados desde Chipre. La lista de oligarcas con inversiones en el país resulta interminable. Aparecen nombres tan conocidos como el de Roman Abramovich, propietario del Chelsea, y otros menos representativos, pero con un peso específico dentro de la isla. Dmitry Rybolovlev, magnate de los fertilizantes, se convirtió hace dos años en el máximo accionista del principal banco nacional.
El desplome de la economía chipriota ha coincidido con un descubrimiento que podría cambiar su futuro. A finales de 2011, Nicosia anunció el hallazgo de unas colosales reservas de gas en su costa más próxima a Israel, que también se beneficiará de la explotación del yacimiento. El mayor problema es que las primeras exportaciones no se esperan hasta el final de la década, lo que hace imposible contar con este dinero para hacer frente a las dificultades actuales. Turquía, además, mira todo el proceso con mucho recelo y no se descarta que puedan reavivarse las tensiones.