FÚTBOL | PRIMERA DIVISIÓN

Las lesiones de Xavi y Puyol preocupan al Barça

El líder recibe al Rayo sin el central, operado por sorpresa, y el centrocampista, que viajará con la selección por decisión propia pese al aviso del club

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Después de la machada, no hubo tropezón. Existía un cierto temor en el barcelonismo a que el Barça pudiera pagar el esfuerzo, el descomunal despliegue físico que puso en juego ante el Milan en la ‘Champions’. Había miedo a que el resacón durara varios días y el cuadro azulgrana pudiera despistarse ante el Rayo. Pero nada de eso. El Barça no estuvo tan fino, ni mucho menos, como ante los lombardos, pero derrotó con solvencia (a un buen Rayo y mantiene la ventaja sobre el Madrid (13 puntos), que a día de hoy se antoja un colchón de garantías.

Los vallecanos son un equipo valiente y con un muy buen trato de balón, aunque en algunos campos, entre ellos el Camp Nou, esta propuesta futbolística puede ser suicida. Sobre todo si el Barça encuentra huecos y sus estrellas, Messi y Villa, se asocian y juegan a placer con muchos metros por delante. Los de Jémez se quedaron medio noqueados con tres contras mortales, todos ellas ejecutadas por el argentino y el asturiano. El equipo catalán no acostumbra a resolver sus choques en rápidos despliegues. Más bien prefiere elaborar, tocar, esperar la entrada desde la segunda línea y luego sorprender a través de paredes y combinaciones. Siempre y cuando el rival se le cierre y le monte dos muros delante del área.

El Rayo no se cerró, sino todo lo contrario, así que el Barça tiró de plan B y le salió bien. El equipo franjirrojo avanzó mucho a sus hombres, buscó al contrincante en su campo y el conjunto dirigido por Jordi Roura lo aprovechó lanzando tres aguijonazos letales. El primero llegó por medio de Villa, mediada la primera parte, tras una gran galopada de 40 metros de Messi; el segundo, del propio rosarino, a pase del asturiano, a 5 minutos del descanso, y el tercero, a la hora de juego, con los mismos protagonistas y culminado por el 10 argentino.

Por más que se diga que su relación no es la óptima, lo que es un hecho es que Villa y Messi se entienden a las mil maravillas. Frente al Milan fueron la pareja que rompió la eliminatoria y ante el Rayo demostraron una vez más que han vuelto a compenetrarse en el momento adecuado de la temporada.

Messi y Villa fueron una pesadilla para los vallecanos y repitieron en el once titular, tras hacerlo ante el Milan. Y es que Roura tampoco quiso hacer demasiados cambios respecto al equipo que maravilló frente a los ‘rossoneri’. Descartados Xavi y Puyol por lesión, y Valdés por sanción, salvo Adriano, Cesc y Alexis, el resto fueron los que protagonizaron la gesta ante los lombardos. Pocas rotaciones, porque los técnicos culés no querían relajaciones, lanzaban el mensaje de que el choque ante el Rayo era de enjundia.

Sus hombres así lo entendieron y el Barça jugó con intensidad, aunque le faltó mucha precisión. Y también un cierto orden táctico. En el centro del campo, el equipo no estaba cómodo cuando no tenía el balón, ya que Cesc e Iniesta tenían una posición algo adelantada.

El Rayo, que acudía con tres bajas importantes -Casado, Javi Fuego y Leo Baptistao-, apretaba, y lograba asomarse con cierta asiduidad sobre la meta de Pinto. Pero pagó caro su descaro. Villa y Messi, por partida doble, truncaron sus esperanzas. El ‘Guaj’e va a más y llega al tramo final de temporada muy fresco de mente y en disposición de ser decisivo. Lo de Messi hace tiempo que es un escándalo. Ante los madrileños, hizo su 42º tanto en liga y lleva la friolera de 18 jornadas consecutivas marcando, una barbaridad que ningún jugador ha hecho antes en la liga española.

El buen partido del Rayo tuvo su premio, menor, pero por lo menos recompensó su valentía. Fue en el 70. Tamudo acababa de saltar al campo y la primera pelota que tocó la metió en la red.