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Las 'viejas' novedades que montan los coches modernos

Algunas de las 'nuevas' tecnologías que los fabricantes publicitan en sus coches llevan décadas en marcha

J. LUIS ÁLVAREZ
MADRIDActualizado:

Los fabricantes tiene cada vez más difícil inventar dispositivos nuevos para los vehículos. Muchos de los que anuncian como la gran innovación resulta que hace décadas ya eran montadas por los modelos más avanzados del momento. Lo que ocurre es que esos dispositivos eran montados en coches de precio prohibitivo para la mayoría de los mortales, algo que la técnica ha venido a abaratar, algo que se agradece a la hora de aumentar la seguridad al volante.

Según destaca la web www.autocasión.com, los faros direccionales, el start&stop, las suspensiones adaptativas, los navegadores, entre otras tecnologías que parecen relativamente recientes en el automóvil son "inventos" que en ocasiones rozan el siglo de vida.

Para comenzar están los SUV's. Los todo camino que no todoterreno acumulan ventas y no hay marca que no ofrezca varios en su gama. Sin embargo, el primero tiene casi 100 años: con permiso del Chevrolet Suburban de 1935, el Ford T ya podía considerarse un SUV, pues estaba obligado a circular por carreteras en mal estado y, por lo tanto, sus ruedas y suspensiones digerían cualquier 'pista' de hoy en día.

La tecnología micro-híbrida. Estos sistemas reducen el consumo energético de algunos componentes eléctricos del automóvil; en los años 30 del siglo pasado ya existía el Dinastart, con la misma función.

Lo que parece el último grito para ahorrar combustible, el start&stop, tampoco es nada nuevo, aunque no haya modelo que no ofrezca esta posibilidad en su gama… Sin embargo, el Fiat Regata Citymatic de los años 80 ya contaba con este dispositivo, que el público no aceptó con agrado.

Otro de los 'avances' utilizados son los faros direccionales. Este caso es, quizá, el más conocido: los Citroën 'Tiburón' les dieron amplia difusión. Comenzaron con los Tucker Torpedo de los años 40; después cayeron en el olvido y ahora vuelven a 'resucitar'.

Y es que en tiempos de crisis hay que utilizar motores eficientes. Varias marcas cuentan con un sistema que permite abrir la rejilla de refrigeración del motor solo en los momentos adecuados; permanece cerrada el resto del tiempo para mejorar la aerodinámica y, por lo tanto, el consumo… Exactamente el mismo dispositivo que empleaba el Jensen 541 de los años 50, el primer coche de 4 plazas que superó los 200 km/h.

El confort es otra de las prerrogativas con la suspensión adaptativa. Esta tecnología es lo más 'in' del momento: modos Sport, Normal y Confort para adecuar la amortiguación al tipo de carretera o al estado de ánimo del conductor… La misma opción que Bugatti introdujo en sus coches en los años 30 del siglo pasado.

También está cada día más en auge vender motores con desconexión selectiva de los cilindros. Las mecánicas modernas adoptan esta tecnología desde hace poco tiempo: cuando no necesitas potencia, se desconectan la mitad de los cilindros para reducir el consumo. La gestión electrónica del motor se encarga de todo… Por eso tiene tanto mérito que Mercedes ya lo utilizara en los años 60 para sus mecánicas V8.

Y qué decir de los navegadores. Ordenadores, antenas y mapas en memorias de varios gigas hacen posible el funcionamiento de los navegadores; es imposible que existieran antes del lanzamiento de los satélites al espacio… Sin embargo, en los años 50, un rudimentario sistema, parecido al que llevan hoy en día los pilotos de motos en el Dakar, hacía las veces de este sistema: dos rodillos con un mapa y un dispositivo que se sincronizaba con el velocímetro del coche lo hacían posible. Y sin pilas.

La comodidad también está acompasada con la seguridad de tener un asistente de luz de carretera. El cambio de luces cortas a largas cuando los sensores detectan la proximidad de otro coche era algo casi desconocido para la mayoría hasta hace muy poco… Pero los Cadillac de los años 50 ya ofrecían esta posibilidad -empleaban una célula fotoeléctrica- mediante su 'Ojo Autrónico'.

Para concluir están las ruedas que nunca se pinchan o 'runflat'. Dunlop ya comercializaba neumáticos con los laterales reforzados, que permitían seguir rodando aun estando pinchados, en los años 70. Ahora, los rescata para que un pinchazo no implique una terrible pérdida de tiempo.