Vivir con 76 años, sin un pulmón y con una «mala salud de hierro»
Actualizado:El Papa Francisco puede llevar una vida «perfectamente normal» con un solo pulmón, aunque deberá cuidarse mucho para evitar una neumonía, un problema de salud siempre grave en una persona de 76 años y mucho más en alguien con una capacidad pulmonar limitada. Esa es, en resumen, la radiografía del estado de salud del nuevo Pontífice que realiza el médico adjunto del servicio de Neumología del Hospital Universitario de Basurto, Víctor Bustamente, con los datos que se han conocido de la vitalidad de Jorge María Bergoglio. «No parece que la enfermedad le dejara graves secuelas, pero si sufre cualquier patología pulmonar siempre tendrá algún factor de riesgo más que cualquier otra persona de su misma edad», detalla el especialista.
No se sabe qué le pasó a uno de los pulmones del sucesor de Ra-tzinger, no es algo que ha trascendido. Pudo ser un cáncer, pero no parece probable. Lo que se conoce es que siendo adolescente, el joven Jorge Mario sufrió una infección, «quizás una tuberculosis en tiempos en que no existían las actuales medicaciones», que le dejó inservible un pulmón. Los médicos optaron por extraérselo y, por lo visto, la decisión fue tan acertada que su aparato respiratorio nunca se ha resentido.
La capacidad pulmonar de una persona sana es de unos seis litros por segundo a los veinte años y unos cuatro a la edad del nuevo obispo de Roma. Como uno de los órganos es algo más grande que el otro, es más que posible que disfrute de una capacidad superior al 50%, que es suficiente para un hombre de 76 años con un trabajo que, en buena lógica, no le exigirá grandes esfuerzos físicos.
Seguramente, podrá viajar a ciudades de cierta altitud, porque su cuerpo está habituado desde hace décadas a vivir con un solo pulmón. Una gripe podría superarla sin problemas. Más complejo sería afrontar una neumonía -lo que antes se llamaba una pulmonía- que ya es una causa de muerte muy habitual en las personas mayores de 70 años.
«Ha estado delicado del estómago y el intestino; y guarda una dieta especial, pero siempre ha gozado de una mala salud de hierro», resumían ayer sus feligreses bonaerenses. Demasiado condescendientes quizás con alguien que tiene ya 76 años.