Velázquez de saldo
Actualizado:Un Velázquez en venta al «razonable» precio de once millones de euros, catorce en dólares. Es lo que el marchante neoyorquino Otto Naumann pide por 'Retrato de un caballero de busto, con una túnica negra y una golilla blanca', soberbio lienzo atribuido a Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660) y estrella de la Tefaf, la feria de antigüedades y arte más importante del mundo. Abre mañana sus puertas en Maastrich y ofrece para bolsillos más modestos, no mucho, piezas de Brueghel el Viejo y otro buen puñado de genios, del antiguo Egipto a la actualidad, pasando por Giacometti o Picasso.
En un mercado que no arriesga, el negocio está garantizado si se tiene en cuenta que este presunto Velázquez tuvo un precio de ganga hace nada. Se remató en 4,5 millones de dólares -3,4 millones de euros- hace dos años en una subasta en Londres. Lo adquirió Alfred Bader, galerista de Milwakee, que consideró su compra «la ganga de la década» y dice venderlo ahora por un precio «razonable». Asegura Bader que la «autoría ha sido confirmada» y que sería factible colocarlo fuera de la feria por 17 millones de dólares, 13 de euros.
El esperado informe anual de Tefaf, que pone la lupa en China y Brasil, revela un pinchazo del emergente mercado chino, que pierde el pulso ante el gigante americano. El dragón asiático, cuyo ascenso se creía imparable, perdió fuelle y mermó casi 25% en 2012, devolviendo a Estados Unidos el liderazgo del mercado mundial del arte. China escaló en 2011 a la cima del mercado de artes y antigüedades, acaparando el 30 % del pastel. El informe cifra su descalabro en 10.600 millones de euros, una caída de las ventas de un 24 %.
El análisis de la feria holandesa constata el refugio del inversor en los valores seguros. Ante el freno del crecimiento y la persistente incertidumbre en la economía global, el mercado mundial del arte y las antigüedades se contrajo un 7%, y se quedó en 43.000 millones de euros. Brasil, una de las grades economías emergentes, facturó 455 millones de euros en 2012, el 1% del comercio de arte global.
Los compradores minimizan riesgos y optan por artistas consagrados en el segmento superior del mercado, con el arte de la postguerra y el contemporáneo registrando excelentes resultados. Esto hace factible que el caballero velazqueño encuentre comprador. Como 'La Crucifixión', obra maestra de Jan Brueghel el Viejo, que sale al mercado tras pasar cuatro siglos en la noble familia italiana que lo atesora desde 1594.
Pero Maastrich, que lleva ya 26 años en la cima del sector y recibe 60.000 visitas, esta plagada de joyas de maestros de ayer y hoy como Jacob Jordaens, Egon Schiele -cuya pintura 'Madre e hijo' no salía al mercado desde 1953- Chaim Soutine, o Roy Lichtenstein. Siempe a precios millonarios, hay obras de artistas vivos como Anselm Kiefer (1945) Bill Viola (1951) o Jeff Koons (1955), con una pieza de 2012.