Los españoles, amantes de los símbolos y poco practicantes
Actualizado: GuardarSegún el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), a finales de 2010 un 71% de los españoles se definía como católico. Pese a que la valoración de la Iglesia como institución es muy baja -solo los partidos políticos están por detrás-, la mayoría de los españoles tiene apego a los símbolos religiosos. Sólo un 18% eliminaría los crucifijos de los colegios públicos. Tampoco llegan al 20% los que consideran que el crucifijo ofenda a los no cristianos.
La práctica es otra cosa. Sólo un 27% de los encuestados afirman asistir a la iglesia al menos una vez al mes. Los que dicen no asistir nunca son ya el 56%. El mayor descenso se produjo a mediados de los setenta: entre 1973 y 1978 la práctica asidua (al menos una vez a la semana) pasó del 68% al 40%. Sin embargo, muchos de los que la abandonaron siguieron visitando ocasionalmente los templos.
Si se sigue la pista a la práctica religiosa por edades, se observa que la etapa universitaria, para los que llegan a este nivel educativo, es especialmente crítica. Así se observa en las respuestas de los estudiantes sobre conductas como ser padre sin pareja estable, el matrimonio homosexual, el divorcio, vivir en pareja sin casarse, la eutanasia o la adopción por parte de parejas del mismo sexo. En todas ellas, los universitarios españoles se mostraban más alejados de las enseñanzas católicas que sus compañeros de estudios alemanes, ingleses o incluso franceses, aunque más cercanos a las posiciones de la Iglesia en la condena al aborto.