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El controvertido Bertone, a la izquierda, junto al austriaco Schonborn. :: GABRIEL BOUYS / AFP
Sociedad

«No sé si San Pedro tenía un banco»

Duro debate sobre el IOR en la última asamblea y nueva bronca entre Bertone y el brasileño Aviz con acusaciones a «la organización»

I. DOMÍNGUEZ
ROMA.Actualizado:

La última congregación general de cardenales del lunes fue reconstruida puntualmente ayer por la prensa italiana y confirmó que el debate ha sido intenso hasta el final. Ya el portavoz vaticano, Federico Lombardi, había revelado que muchos se quedaron sin hablar y que, de forma insólita para estar en vísperas del cónclave, el polémico secretario de Estado, Tarcisio Bertone, dedicó parte de la sesión a informar sobre el IOR, el controvertido banco vaticano. Pero es que la cosa fue más allá. Bertone replicó a una severa intervención del sábado del cardenal brasileño, Joao Braz de Aviz, que había denunciado los males de la Curia y fue recibida con una ovación, y le acusó de haberlo filtrado a la prensa. Entonces Aviz pidió la palabra de inmediato y lo negó airado, es más, señaló a su vez a «la organización», en referencia al aparato de la Curia, como sospechosa de las filtraciones, una intervención que de nuevo fue rodeada de aplausos. La mención a «la organización» así, de forma abstracta, y los aplausos son significativos. Es un síntoma inequívoco más de un malestar extendido hacia la Curia y de la crispación entre el 'partido romano' que la defiende y los extranjeros hartos de conspiraciones italianas que exigen una limpieza. Se puede hablar de un cónclave con un grupo antirromano y anti-Bertone.

Además hay mucha movida interna por el IOR, visto por muchos purpurados como una cuestionable lacra material, y el lunes por la noche remató la jornada en una entrevista televisiva el cardenal nigeriano Onaiyekan que espetó sin rodeos: «El IOR no es esencial al ministerio del Santo Padre como sucesor de Pedro. Yo no sé si San Pedro tenía un banco».

A la bronca entre Bertone y Aviz siguió un episodio muy curioso, pues tomó la palabra otro cardenal brasileño, Odilo Pedro Scherer, uno de los grandes favoritos mediáticos identificado como candidato de la Curia. Scherer, de forma inesperada, se mojó en una defensa de la gestión de la Curia y, en particular, del IOR, donde es uno de los tres cardenales consejeros de la comisión de vigilancia, presidida por Bertone. Su intervención evidenció una fractura en el grupo brasileño. De hecho Scherer, de perfil conservador, fue rechazado hace dos años como presidente de la conferencia episcopal de este país. Por su parte Aviz, de 64 años, también circula como papable alternativo en caso de bloqueo de los favoritos.

El acoso a Bertone con exigencia de explicaciones sobre el IOR, según varios medios, ha llegado a unos 30 cardenales. Esto daría al grupo que exige reformas una consistencia bien visible a nivel interno, pues de puertas para afuera solo se percibía con los cardenales de EE UU, acallados por la Curia. Las intervenciones críticas han pedido, entre otras cosas, aclarar el extraño despido del presidente del IOR, Ettore Gotti Tedeschi, que intentaba llevar a cabo una operación de limpieza del banco, y por qué no se han oído sus argumentos de defensa. El banquero, cercano al Opus Dei, se ha lamentado de que nadie le ha llamado para escuchar su versión.