Runners

No hace mucho tiempo eran considerados como unos bichos raros, una especie humana diferente y extraña a la que le gustaba sufrir, que se calzaban sus zapatillas y su camiseta de tirantes y se ponían a correr cuando la mayoría de mortales dormían o se refugiaban de lluvia, sol y frío.

Son un ejemplo para muchos, un grupo de personas que ha convertido el correr en su filosofía de vida, una necesidad básica en su rutina, la mejor forma posible de socializar, de crear una pequeña familia. La familia de los ‘runners’.

Planifican los meses como si fueran profesionales, aunque en la inmensa mayoría de los casos no lo son. Viajan por diferentes provincias en busca de esa ‘chispa’ que les genera la competición y que les ayuda a pulsar su mejora personal. Una batalla en la que no luchas contra nadie, sino contra ti mismo.

Eso es lo que hicieron los atletas que participaron en la XXVII Media Maratón Bahía de Cádiz-Carrera de las Libertades. Buen nombre para una de las principales satisfacciones que produce una prueba de este tipo… La libertad. La que se puede sentir cuando vas contra viento en la autovía entre Cádiz y San Fernando o pasas la línea de meta en el estadio Iberoamericano 2010 con la sensación del trabajo bien hecho. Da lo mismo que seas primero, como Marcos Juncal, o que llegues en el pelotón de cola. Perteneces al grupo de ‘runners’.

Muchos son los clubes que han trabajado el atletismo durante muchos años en la provincia y hoy día a los señeros Olimpo o Carmona Páez se les ha añadido una nutrida representación que demuestra la afición que se ha instaurado por estos lares.

Una afición que no entiende ni de sexos ni de edades, capaz de reunir a 1.500 personas que sonríen como el que más un domingo a las 9.00, cuando están a punto de empezar a correr más de 20 kilómetros, y esbozan otra sonrisa, más relajada, cuando son capaces de terminarlos. Muchos aún no comparten sus planteamientos, pero la mayoría ya sí los comprenden, que ya es un gran paso.