El PSOE vuelve a entrar en estado de ebullición
El enfrentamiento con el PSC y el episodio en la capital del Bierzo hacen aflorar los movimientos internos contra la actual dirección del partido
MADRID. Actualizado: Guardar«Cuando uno se equivoca en política lo que tiene que hacer es rectificar. Nos hemos equivocado. Rectificamos y punto». Eso es lo que dijo a primera hora de ayer Alfredo Pérez Rubalcaba. Pero las cosas no son tan fáciles. El episodio de Ponferrada ha destapado lo que ya había empezado a asomar con el conflicto abierto con el PSC: que la crisis interna que consumió al PSOE durante todo 2012 sigue viva.
En los últimos días, han vuelto a resurgir las voces que aseguran que «esto no aguanta» y las dudas sobre la capacidad de Rubalcaba de imponer su liderazgo se han apoderado incluso de dirigentes que respaldaron su candidatura a la secretaria general del partido en febrero del pasado año. Como quien huele la sangre, sus enemigos no han dudado ahora en lanzar dentelladas.
El crudo reproche de Carme Chacón a la operación dirigida por Óscar López, hombre de confianza de Rubalcaba, en la capital del Bierzo fue una pequeña muestra. Pero la consejera de Prensidencia de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ahondó ayer en la herida durante el acto de entrega de los Premios Clara Campoamor del PSOE andaluz, al asegurar que lo ocurrido le «ofende como socialista», con o sin inento de rectificación del secretario general. Díaz, actual secretaria general del PSOE en Sevilla y exsecretaria de Organización del PSOE-A, fue una de las dirigentes más activas en la campaña interna a favor de Chacón, del mismo modo en el que Óscar López se significó por su papel para aupar en Ferraz al actual líder del partido. Y sus relaciones con la actual dirección federal siempre han sido difíciles.
Ahora, en la cúpula del partido piden «tiempo» para recomponer la situación, conscientes de que no atraviesan su mejor momento.