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Carlos Latre asegura que «adora» Cádiz. :: LA VOZ
Carlos Latre | Actor cómico e imitador

«En España han pasado cosas dignas de ficción»

El humorista ofrece en el Falla dos sesiones de su obra 'Yes, we Spain is different' en la que repasa la actualidad con más de cien imitaciones

R. Vázquez
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Durante la Final del COAC, Carlos Latre cogió ideas para su espectáculo, 'Yes, we Spain is different'. Un monólogo, la obra teatral revelación de la temporada (temporadas teniendo en cuenta que su primera versión salió en 2011), en la que el humorista saca él solito a escena a 110 personajes. Mañana regresa al Falla, en doble sesión, para descubrir la sorpresa aprehendida de la chirigota gaditana.

-Más de cien personajes en una hora y media. ¿Cómo lo ensaya y lo consigue?

-Estuve más de seis meses preparándome. Sesiones físicas, deportivas, de estudio, de interpretación... Se trata de tener todos los personajes muy claros en la cabeza y procurar no perder el hilo en ningún momento. Todos interactúan entre sí, llevan el peso del argumento y un sólo lapsus sería fatídico... Ahora ya, tras tres años de gira, lo tengo muy estudiado. Pese a que la función cambia día a día. Procuro actualizarla constantemente, con todos los temas de actualidad que que se suceden día a día y con las noticias locales más cercanas al público de la ciudad donde actuamos.

-¿Qué pretende, retratar a la sociedad española actual o simplemente que echemos unas risas?

-He pretendido hacer un reflejo paródico de lo que se ve, se conoce y se transmite de nuestro país. Si digo la verdad, casi tres años atrás, cuando empecé con el guion, pensé que sería demasiado irónico, demasiado surrealista... Nos han pasado cosas dignas de ficción: la realidad nos ha superado en un par de ocasiones... Lamentablemente la actualidad nos sorprende tanto y tan asiduamente que no tuve que hacer mucho esfuerzo para reflejar en la función lo que ocurre. La gente comenta que la trama sirve para ironizar sobre lo que está pasando en este país, para poner en tela de juicio todo lo que hacen y dicen nuestros políticos... Y, de paso, olvidar durante una hora y media los problemas que tenemos y reír a gusto.

-¿A usted nunca le cuesta? Me refiero a que todos los días uno no tiene el cuerpo para levantar el ánimo a los demás.

-Ya, ya... Pero es mi trabajo, se trata de mi elección y es lo que más me llena en el mundo. Además, el contacto con el público lo salva todo. Puedo tener un día más apagado o menos animoso y sólo entrar en el teatro, ver al público en sus butacas y la disposición que muestran, los ánimos se levantan. Disfruto mucho con lo que hago y soy feliz haciendo pasar un buen rato a los demás.

-¿Se ha molestado alguien por sus imitaciones?

-No, por suerte, nunca. Soy muy respetuoso, creo que no hace falta ser hiriente para parodiar a alguien. Tengo muy claros los límites de mis actuaciones y creo que eso ha hecho que nunca nadie pueda haberse sentido ofendido.

-Usted que imagino ha puesto en práctica el método Stanislavski con personajes como Rajoy o Zapatero, les habrá llegado a comprender...

-¡En momentos creo que sí! La dificultad de 'Yes, We Spain is different', a parte de la constante renovación de la actualidad, ha sido esa... ¿Ha imaginado usted alguna vez a Rajoy cantando y bailando el 'Gangnam Style'?, ¿cómo cree que se movería Esperanza Aguirre en un cabaret burlesque?, ¿cree que la Duquesa de Alba podría ser nuestra Lady Gaga nacional?... ¡Ese fue mi objetivo! Imaginar a personajes muy populares de nuestro país en situaciones nunca vistas y casi ¡inimaginables!

-¿Escoge a los personajes por simpatía o por el contrario, hay alguna que decide imitar por hacer de él una caricatura?

-No, para nada... La actualidad manda, siempre. Lo que pasa marca lo que tú debes hacer para parodiar el mundo. Zapatero, por ejemplo, fue el protagonista del primer 'Yes, We Spain' del 2011 y ahora ni aparece en la función. Así nos ha pasado con otros protagonistas, como Alberto Ruiz Gallardon, Cristóbal Montoro, Carme Chacón... Ahora han sido sustituidos en la actualidad por Ana Mato, Iñaki Urdangarin, el Rey, Mario Vaquerizo...

-¿Cuáles han sido sus últimas incorporaciones?

-La de Mario. Es un personaje muy pintoresco y que funciona muy bien. Ha sido su año, sin duda. El 'reality' y todos los programas en los que colabora le han dado un primer plano en la actualidad... ¡Y a la gente le encanta!

-Suele 'tunear' el espectáculo según el lugar de la actuación, ¿alguna sorpresa que pueda adelantar para las actuaciones de Cádiz?

-Muchas, estoy en ello.... Sin duda mi visita hace unas semanas para la Final del Falla sirvió para observar de cerca la ciudad y ver qué temas protagonizan la actualidad. Así que habrá sorpresas.

-Se le vio muy entusiasmado durante el Carnaval, en la Final del Falla. ¿Ha aprendido algo? ¿Qué es lo que más le sorprendió?

-La frescura de la gente, la vitalidad, las ganas de pasarlo bien, de dar también tiempo al buen rollo y la diversión. La gente de Cádiz, su forma de vivir y de convivir... ¡Adoro esta ciudad!

-¿Cuál es el personaje al que más le ha costado llegar? ¿El que más le divierte?

-Todos han tenido su relativa dificultad según el momento y el contexto. En mis inicios, por ejemplo, siempre digo que Boris fue complicado... Tenía una voz muy peculiar... Ahora hay otros que requieren estudio y horas de preparación. Las mujeres son más complicadas, tienen más registros en la voz.

-A pesar de su juventud, lleva muchísimo tiempo trabajando en el humor. ¿Ha cambiado algo en la profesión desde que empezó?

-Muchas cosas. Ha evolucionado mucho y se nota. Pero también diré que, como por suerte puedo desarrollar mi trabajo en varios ámbitos profesionales, puedo cumplir mis objetivos profesionales en muchos aspectos. El doblaje, la radio, hago muchas actuaciones para empresas y convenciones, el teatro...

-¿Pesa ser considerado el mejor imitador de España? ¿Algún proyecto del que no se sienta especialmente orgulloso?

-Es un orgullo para mí. Trabajo mucho día a día para que todo lo que hago sea lo mejor que puede llegar de mí a la gente. Soy muy exigente, muy tenaz. Siempre digo que todo lo que hago, incluso de lo que no me siento orgulloso, me ha servido para crecer.