El Levante se queda a un paso

La veteranía de los futbolistas del Levante vale su peso en oro. Es el arma junto a la zurda de Barkero que ha situado al equipo valenciano en los octavos de final de la Liga Europa. Se trata de una faceta que ha permitido una edad dorada a una colección de descartes a un paso de la jubilación y que con cada jornada suma un recuerdo más.

Solo así se entiende que frente al dominio del Rubin Kazán el Levante mostrara más peligro que el ordenado conjunto ruso. De hecho, los granotas lograron equilibrar un choque con teórica inferioridad técnica sin arredrarse por el equipo que tumbó al vigente campeón. Incluso atemorizaron a los de Kazán cuando dispusieron de pausa para desarrollar su estilo. De inicio Barkero regaló un saque de esquina a Sergio Ballesteros que el central cabeceó al larguero. Después, hibernaron y permitieron a los rusos distribuir el juego hasta que al filo del descanso despertaron con un gran centro de Pedro Ríos y un cabezazo de Míchel que detuvo con mérito Ryzhikov. Era la oportunidad y el momento, pero los de Juan Ignacio Martínez se quedaron a un paso de su sentencia habitual.

Para la segunda mitad el panorama cambió con una serie de jugadas embarulladas, broncas, protestas y más picardía que juego. Malos ingredientes para el fútbol pero muchos para el enredo que se dispararon después de que el árbitro interpretara un resbalón de Ansaldi como entrada y expulsara al ruso. Con diez futbolistas en el campo el equipo de Berdyev se asustó, retrocedió y el Levante parecía en la pista de salida para cuarenta minutos de asedio. Pero el plan se truncó por la mala cabeza de un muchacho, Míchel, con una agresiva acción que le envió al vestuario con una tarjeta roja.

El único pecado de juventud del Levante redujo sus nuevas opciones para aprovechar la ventaja buscada por los veteranos. De poco sirvió la rebelión del hombre de la semana en Orriols: Martins. El delantero que desea marcharse a Estados Unidos, propulsó un envite final que tanteó a los rusos. Sufrieron los de Berdyev unos instantes pero los avisos del delantero propiciaron una reacción más contundente y peligrosa. De hecho, Salomón Rondón y Natcho se acercaron al gol con contragolpes que chocaron contra los postes mientras los futbolistas del Levante tomaron aire por su suerte y por su fatiga.

Así, los de 'JIM' suspiraron por el pitido final a pesar de no disponer de una ventaja para la vuelta dentro de una semana. Lo único seguro es que el estadio Luzhniki de Moscú los curtidos granotas insistirán con la prudencia y oportunidad que les ha transportado hasta octavos.