¿El CNI en el 'caso Urdangarin'?
El juez y el fiscal investigan por qué un informático detenido en mayo tenía miles de correos del instituto Nóos
MADRIDActualizado:Al ‘caso Nóos’ solo le faltaban los espías... y ya los tiene. ¿O no? Desde hace semanas el rumor estaba extendido por la isla, pero ahora es ya una investigación formal y oficialmente judicializada y se ha filtrado a pesar de los intentos del juzgado del caso Nóos por mantenerla en la mayor de los secretos ¿Está en el CNI enredado en el ‘caso Urdangarin? ¿Qué hacía un hacker detenido que trabajó para los ser secretos españoles con miles de correos electrónicos sensibles del Instituto Nóos?
Desde finales de diciembre, el fiscal Pedro Horrach y el juez José Castro investigan este extraño suceso, según han confirmado fuentes de los juzgados de Palma, después de que dos medios avanzaran este todavía más que confuso episodio.
El personaje en cuestión se llama Matías Bevilacqua Trobado, de nacionalidad argentina. Este informático fue detenido el pasado mayo en el marco de la operación Pitiusa, en la que desarticuló una trama detectives privados que, con la supuesta aquiescencia de agentes de las fuerzas de seguridad del Estado, espiaron a varios miles de personas, entre ellas Telma Ortiz, hermana de la Princesa Letizia.
En poder de Bevilacqua, en su domicilio de Barcelona, se encontraron diversos discos duros de varios teras de capacidad , que durante meses han sido estudiados por los especialistas. En varias de estas memorias se acumulaban miles de correos electrónicos del Instituto Nóos. Hasta 30.000, según informa El Mundo, que apunta que estos correos fueron hackeados del despacho Medina Tejeiro, donde trabajan los cuñados de Diego Torres, el exsocio de Urdangarin y ahora enemigo acérrimo del duque. Y habrían sido hackeados poco después de que Torres comenzara a airear correos comprometedores de la Casa Real como estrategia de defensa.
Los agentes, una vez constatado que los emails tenían relación directa con la investigación de Castro y Horrach, comunicaron los hechos al juzgado del ‘caso Urdangarin’, que en diciembre abrió una investigación secreta... hasta ahora.
Según el portal de noticias InfoLibre, el informático argentino, durante su interrogatorio, aseguró haber sido contratado por el entorno de Urdangarin para un trabajo absolutamente legal: organizar el sumario, expurgar los mails y establecer relaciones entre personas e informaciones de personas, testigos e imputados de la pieza 25 del ‘caso Palma Arena’. Todo ello, a cambio de 7.000. euros.
Fuentes del caso informaron que al informático se le incautaron en una caja fuerte 140.000 euros. Bevilacqua, preguntado por el origen de ese dinero, aseguró que el dinero procedía de “fondos reservados” porque trabajaba para el CNI en aplicaciones informáticas antiterroristas desde hace años. Es más, que había seguido trabajando para los servicios secretos hasta el pasado mayo, cuando fue detenido.
Esta misma mañana, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha confirmado que el informático trabajó “para el CNI” de acuerdo con “ las normas de contratación con el Estado", aunque aseguró que no es miembro de los servicios secretos. Morenés desvinculó al CNI de los correos y recordó que la memoria “se encontró en la empresa de ese señor”.
Por ahora, el instructor del caso ni el fiscal han podido confirmar ningún capítulo de este rocambolesco caso. Ni si trabajaba para el CNI en el momento de la detención como afirma el detenido, ni si fue contratado para un trabajo legal por Vives. Tampoco si operaba por orden de los servicios secretos o si es un mercenario en busca del mejor postor para unos mails que pueden contener todo tipo de secretos sensibles. Lo único cierto es que en su poder se encontraron miles de correos electrónicos privados y de lo más comprometedores que debía tener en sus manos.