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El señor de la Alhambra
Un alemán de 52 años que nunca había visitado Granada es el creador de uno de los juegos de mesa más populares de Europa
Actualizado: GuardarBoabdil entregó la Alhambra y ese gesto ha dado un juego inmenso. Washington Irving pudo escribir allí sus fantásticos cuentos, Matisse y Sorolla llevaron la magia nazarí a sus lienzos y el gran Enrique Morente soñó con ella antes de cantarla como nadie. Ellos, como tantos otros artistas, se empaparon del palacio árabe para poder expresar sus emociones en libros, óleos y soleás maravillosas. El alemán Dirk Henn no había pisado ni el Generalife ni la Alcazaba ni tampoco el Patio de los Leones cuando hace diez años ideó uno de los juegos de mesa más populares del mundo, al que, curiosamente, llamó 'Alhambra'. La idea, en realidad, no fue suya. Y así lo reconoce desde su casa en Aquisgrán, en conversación con este periódico.
Henn, un matemático de 52 años que lleva toda su vida diseñando juegos de mesa, empezó en 2003 a darle vueltas a la idea de crear un juego basado en una ciudad medieval europea, más del estilo de Brujas, Amberes o Carcasona que de Granada o Toledo. Que acabara llamándose 'Alhambra' no fue fruto de sesudos estudios de marketing sino de la casualidad. «En la etapa de pruebas del prototipo del juego participaron un montón de jugadores y muchos nos comentaban que el emplazamiento elegido no era el apropiado. Un buen día, un amigo mío soltó '¡pero si esto me recuerda mucho a la Alhambra!'. Yo había visto fotos y había leído reportajes, pero no había estado nunca. Como el nombre me sonaba maravillosamente bien y además era un lugar muy conocido, lo llamamos 'Alhambra'».
La primera versión de este juego familiar basado en la gestión de cartas y en la colocación de piezas salió al mercado aquel 2003, y rápidamente se hizo un hueco entre los aficionados alemanes. Tal fue su éxito que Alemania lo eligió 'Juego del Año', tras lo cual cosechó nuevos premios y nominaciones en Bélgica, Holanda y los países nórdicos. Y así hasta alcanzar el millón de unidades vendidas en todo el mundo en los últimos diez años.
En España, donde no existe una cultura del juego de mesa tan arraigada como en Centroeuropa (allí hay colegios que incluyen los tableros en sus planes de estudios), las ventas no llegaron, ni mucho menos, a esas cifras. «Vender dos mil unidades al año de un juego de las características del 'Alhambra' se puede considerar un éxito. En Alemania eso sería un rotundo fracaso», explica Haritz Solana, portavoz de Asmodee, la empresa que se encarga de su distribución en nuestro país. Sin embargo en Granada, Juan Cruz, propietario de Freak Mondo, la única tienda con licencia para venderlo, se ha quedado sin existencias. «Vendí los últimos en Navidad y el que tengo de muestra es el mío».