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Economia

Los grandes empresarios lanzan mensajes optimistas

Recuperar la confianza de los mercados permite rebajar el coste de la financiación en 20.000 millones

M. J. ALEGRE
MADRID.Actualizado:

Los presidentes de las empresas españolas de mayor tamaño, con destacada presencia exterior, han lanzado mensajes de optimismo. «Creo que ya ha pasado lo peor», declaró el presidente de Telefónica, César Alierta. En la misma línea, y desde la convicción que el año irá de menos a más, se pronunció el presidente del Santander, Emilio Botín.

Aunque los dirigentes de los gigantes españoles pueden no estar seguros del acierto de sus pronósticos, todos ellos están convencidos de las bondades de proyectar una imagen positiva, para contribuir con ello a la relajación de los mercados.

Junto a la internacionalización empresarial, la recuperación del crédito es la otra condición indispensable para que la economía retome la senda del crecimiento sostenido. Ofelia Martín, del Círculo de Empresarios, declara que para conseguir la disponibilidad de la financiación «es imprescindible la disciplina fiscal». Evoca que si España tiene que pagar el 7,5% de tipo de interés en vez del 5% por colocar el bono de referencia «eso supone elevar la factura de la deuda pública en 20.000 millones de euros, y todas las medidas impositivas adoptadas no representan esa cantidad... Sin olvidar la correlación que existe: a más impuestos, menos actividad».

Generar confianza en los mercados pasa, además, por la adopción de medidas estructurales. Para Marín, esta gran tarea, que a veces parece de dimensiones descomunales, se puede abordar paso a paso. El Gobierno se ha comprometido con la reestructuración de las administraciones, recuerda, y eliminar los costes redundantes está al alcance de su mano. Denuncia la permanencia de nada menos que 4.000 empresas públicas.

Pero el dinero tiene que llegar a las pymes, y Alemany destaca que la financiación es la segunda pata del emprendimiento. «Hay medidas del Gobierno que apuntan en la buena dirección -evalúa-, como los fondos de coinversión o los nuevos proyectos del Instituto de Crédito Oficial. Puesto que el capital riesgo se ha retraído, alude al ejemplo de Israel, donde el Gobierno pone el dinero en un fondo y lo recupera con rentabilidad algo más baja. «Así se apalanca el proyecto y otros inversores acuden a este reclamo», concluye.