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Sociedad

Una nueva versión del último cónclave lo dibuja más discutido

I. DOMÍNGUEZ
ROMA.Actualizado:

El cónclave es secreto, pero al final siempre se sabe algo, y del cónclave de 2005 que eligió a Benedicto XVI había una reconstrucción del periodista Lucio Brunelli considerada la más veraz. Dibujaba un fuerte arranque en votos de Ratzinger, con una débil oposición de Martini y la sorpresa del jesuita argentino Jorge María Bergoglio. La oposición al cardenal alemán se centró en Bergoglio pero a la cuarta votación se derrumbó y salió Ratzinger.

Sin embargo uno de los 'vaticanistas' de 'La Stampa', Marco Tosatti, muy fiable, publicó ayer una nueva versión de lo ocurrido según fuentes de «alta credibilidad». La novedad es que Bergoglio habría obtenido más votos de lo que se pensaba, 40 en la tercera votación, una cifra capaz de bloquear la elección de Ratzinger, que sacó 72 y necesitaba al menos 77 de los 115 purpurados presentes en aquella ocasión.

El bloqueo podía cerrar el camino a Ratzinger y desviar las votaciones a un candidato alternativo, como pasó en 1978 con el empate de Siri y Benelli que hizo posible la sorpresa de Wojtyla. No obstante, el propio Bergoglio «casi en lágrimas» habría pedido desistir a sus partidarios. De este modo en la última votación Ratzinger se impuso, pero con 84 votos, un margen débil sobre los 77 necesarios. Según reveló en su día el exprimer ministro Giulio Andreotti, gracias a sus fuentes privilegiadas, en 1978 Juan Pablo I obtuvo 99 votos de 111, y Juan Pablo II, 98, mayorías aplastantes. Tosatti desvela que Ratzinger solicitó incluso una nueva votación para reforzar su apoyo, y efectivamente se produjo, pero esta división podría ayudar a explicar los problemas que encontró luego como Papa.