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Bersani rechaza un pacto con Berlusconi
El líder del PD, ganador de las elecciones italianas, apuesta por un Gobierno en minoría y confía en lograr apoyos para su investidura
ROMA. Actualizado: GuardarPierluigi Bersani se lanzó ayer a los pies de los caballos al rechazar de plano un pacto de su formación, el Partido Demócrata (PD), ganadora de las elecciones italianas pero sin suficientes apoyos, con la de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL). En una entrevista que publicó el diario La Repubblica aseguró que «nunca» gobernará en coalición con el centroderecha. «Lo quiero decir con toda claridad: la idea de una gran coalición no existe y nunca existirá».
El problema es que para constituir su Gobierno, Bersani necesita la aprobación de la Cámara baja y del Senado. En la primera obtuvo la mayoría absoluta (345 diputados de 630), pero sus 120 senadores le dejan lejos de los 158 con los que alcanzaría la mayoría. Y si rechaza a Berlusconi, y el otro partido con fuerza suficiente, el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Beppe Grillo ha dicho que no pactará con él, Bersani sólo puede esperar que su investidura salga adelante gracias a la buena voluntad de sus rivales, o a que el miedo a unas nuevas elecciones sea superior a cualquier cálculo político. El líder del Partido Demócrata ha decidido seguir adelante en solitario y lanzar propuestas que puedan conquistar a su único interlocutor, una vez descartado el PDL. A Grillo va dirigida la fórmula del 'Gobierno de cambio', una lista de siete u ocho puntos que Bersani presentará al Parlamento como declaración de intenciones y resumen de programa. En ella prevé aumentar las ayudas estatales, recortar los costes de la vida política (menos parlamentarios y salarios más bajos para los cargos electos) y promover el desarrollo sostenible.
«La austeridad por sí sola nos lleva al desastre. En Europa todos deben entender que el saneamiento de la deuda y del déficit es un tema que debe ser postergado. Ahora existe otro tema urgente, el trabajo», dijo Bersani intentando recuperar la confianza de un partido, el M5S, al que despreció durante la campaña. Pero Grillo no olvida y ayer en su blog acusaba al PD de «creerse en una feria de animales; el M5S no se vende». Y Europa asiste con temor a unas declaraciones que el presidente Giorgio Napolitano, de visita en Alemania, se vio obligado a matizar diciendo que la península «asumirá sus responsabilidades y hará su parte de sacrificios».
Balance económico
Precisamente ayer el Instituto Nacional de Estadística de Italia dio a conocer los resultados de 2012, es decir, los efectos de la denostada política de austeridad llevada a cabo por el Gobierno tecnócrata de Mario Monti. El único dato positivo se refiere al déficit público, que se situó en el 3%. Son ocho décimas menos que el año anterior y cumple con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Pero el endeudamiento público quedó en el 127%, frente al 120,8% con el que cerró el año anterior. Y el PIB se contrajo el 2,4% frente al avance del 0,4% de 2011.
Unos resultados que dan la puntilla a la gestión de Mario Monti, el gran perdedor de estas elecciones y ponen la lupa en el «cambio» que propone Bersani como objetivo del nuevo Gobierno de Italia. Eso, en caso de que sea capaz de formar el nuevo Ejecutivo, aunque sea en minoría.