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Chacón, junto a Joan Tardà, José María Barreda y Rosa Aguilar. :: EFE
ESPAÑA

El PSOE impone la máxima sanción a los diputados del PSC y obliga a dimitir a Zaragoza

Los 14 rebeldes pagarán 600 euros por romper la disciplina de voto del Grupo Socialista, incluida Carme Chacón, que no asistió a la votación

ALFONSO TORICES
MADRID.Actualizado:

Castigo ejemplar. El PSOE acordó ayer imponer a los 14 diputados del PSC en el Congreso, incluida la exministra Carme Chacón, la máxima sanción prevista para las infracciones disciplinarias graves de las normas de funcionamiento del grupo parlamentario.

Cada uno pagará una multa de 600 euros por haber roto el martes pasado la disciplina de voto del grupo con la resolución de CiU que pedía negociaciones con el Gobierno para realizar en Cataluña un referéndum legal de autodeterminación.

Trece de los diputados catalanes antepusieron la orden de la cúpula del PSC a la del PSOE, por primera vez desde su alianza, y votaron 'sí', lo contrario que el resto del grupo. Chacón también violó la disciplina porque no hizo caso a ninguno y optó por no votar la moción. De hecho, su desmarque de unos y otros, que no dejó contento a nadie, le puede acarrear sendas tachas disciplinarias, la multa del grupo en el Congreso y una sanción de la dirección de los socialistas catalanes.

La primera consecuencia política de la crisis entre los partidos hermanados desde hace 35 años fue la dimisión de José Zaragoza, dirigente del PSC y vicesecretario general del grupo socialista en el Congreso. Miembros del equipo de Alfredo Pérez Rubalcaba le hicieron llegar el mensaje de que había perdido la confianza y que era conveniente que renunciase al cargo interno, porque no podía seguir en la dirección -era el cuarto en responsabilidad- tras ignorar sus decisiones.

El régimen disciplinario del grupo socialista de las Cortes Generales prevé multas, según la gravedad del caso, de 200 a 600 euros. Sin embargo, la ruptura de forma manifiesta de la disciplina de voto en el pleno, como es el caso, contempla una sanción de al menos 400 euros que alcanza los 600 si la dirección considera que se trata de una violación de singular importancia. El parlamentario socialista y ex secretario general de CC OO, Antonio Gutiérrez, también recibió multas máximas por reiteradas infracciones a la disciplina de voto en la pasada legislatura, en especial por su 'no' a la reforma laboral de José Luis Rodríguez Zapatero y a la reforma constitucional que implantó la obligación del equilibrio presupuestario a las administraciones públicas.

Entre los ahora sancionados hay varios responsables del grupo socialista en el Congreso como Zaragoza, Teresa Cunillera, miembro de la Mesa de la cámara, o Francesc Vallés, coordinador de los diputados y senadores del PSC.

La rotundidad de las sanciones disciplinarias es clara muestra del enfado de Rubalcaba con el PSC y un guiño de contundencia a los dirigentes nacionales que empezaban a pedir ya la ruptura de relaciones con el socio catalán. El líder socialista sigue empeñado en agotar la negociación para salvar la alianza en Cataluña, pero lanza un aviso para que cesen los desafíos.

Rebajar tensión

Después de que el martes diputados de peso como Alfonso Guerra o barones regionales como el extremeño Guillermo Fernández Vara abogasen por la ruptura, ayer los dirigentes que opinaron en público arroparon, cada uno con sus matices, el criterio de la cúpula del PSOE, que pidió serenar los ánimos, preservar la alianza y, eso sí, renegociar las relaciones para evitar otros choques y desencuentros clamorosos.

Aunque nadie oculta el enfado y la decepción con el socio catalán, el sentido práctico les lleva a tratar de reconducir la situación, un deseo en el que también insisten desde la cúpula del PSC, incluso desde la minoría más catalanista y proclive al ejercicio del derecho a decidir. No en vano unos y otros ven que sus máximos oponentes políticos, el PP en el ámbito nacional y CiU en el autonómico, han comenzado a utilizar con regocijo la división interna para atacarles y desgastarlos.

Todos dicen querer evitar el cisma, pero dirigentes del PSOE tienen claro que solo será posible si el PSC recupera «la sensatez» y deja de hacer, voluntariamente o no, el juego a CiU, ERC y las formaciones que conducen a Cataluña por la senda independentista. Tanto el exministro Ramón Jáuregui como el expresidente de la Generalitat José Montilla creen que los diputados del PSC cayeron en una «trampa» de CiU, que busca la división de los socialistas.