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El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn. :: THIERRY ROGE / EFE
Economia

El déficit de 2012 escala al 6,7% del PIB y supera por cuatro décimas el objetivo fijado

Bruselas dice «tomar nota» de la cifra avanzada por Rajoy pero esperará a la confirmación, en abril, de Eurostat

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España volvió a incumplir en 2012 el objetivo de déficit comprometido ante la Comisión Europea, al escalar los números rojos de las administraciones públicas al 6,7% del PIB, según desveló ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Son cuatro décimas más que el 6,3% fijado en la senda de consolidación, pero es casi seguro que no habrá penalización de Bruselas, por entender el Ejecutivo comunitario que España ha hecho un sacrificio encomiable en tiempos de recesión para reducir su desfase entre ingresos y gastos desde el 8,9% del PIB alcanzado en 2011.

Y es que, a la vista de cómo está Europa, Rajoy tiene motivos para jactarse de haber hecho los deberes. Su balance final, que presentó como «muy positivo» en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, es fruto «del enorme esfuerzo» que «el conjunto de la sociedad española» ha realizado en tiempos muy difíciles.

Un déficit del 6,7%, pese a incumplir el objetivo acordado, es también un resultado mejor que otros, bastante más pesimistas, vaticinados por algunos analistas en los últimos tiempos. Incluso la propia Comisión Europea -a la que el Gobierno hará llegar enseguida este resultado- pronosticó hace unos días que el agujero de las cuentas públicas alcanzaría el 7% este año. Eso siempre sin contar las ayudas europeas para la recapitalización del sector bancario, que elevarían la cuenta en 3,2 puntos porcentuales.

Relajación

La Comisión Europea ha permitido que el impacto del rescate financiero no cuente como déficit en términos del pacto de estabilidad. No obstante, a los analistas no se les escapa que esas ayudas también habrá que devolverlas. «No creo que haya nadie que piense que no tendrá que pagar el erario público esos 40.000 millones de euros», señaló ayer el secretario general de UGT, Cándido Méndez, para quien esta cuenta es «ridícula» y con ella la UE sólo busca «seguir aparentando» que su plan para sanear Europa marcha según lo previsto.

De momento, Bruselas dice que «toma nota» de los números anunciados por Mariano Rajoy pero recuerda que la cifra debe de ser confirmada en abril por la oficina estadística europea. «Si resulta que el déficit de 2012 es finalmente más bajo, estaremos contentos, pero hay que esperar a la notificación de Eurostat para confirmar los datos comunicados por España. Por ahora tomamos nota y esperamos la decisión de Eurostat», subrayó el portavoz económico de la Comisión Europea, Simon O'Connor.

España está ahora pendiente de que Bruselas se conmueva ante el esfuerzo realizado y la dura recesión que sacude al continente y permita la relajación en el calendario de reducción del déficit (hasta 2016) a la que aludió el pasado viernes el vicepresidente y comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn. En este aspecto concreto, la recesión continental podría jugar a favor de los intereses españoles. Con el consumo interno en mínimos, los problemas de los principales socios comerciales amenazan con estropear las exportaciones y el turismo, los únicos negocios que aún generan un poco actividad y empleo. De hecho, las llegadas de turistas cayeron en enero un 2,6%, según datos del Ministerio de Industria.

Está por ver si en el camino hasta que la Comisión acepte los datos del Gobierno español no ocurren 'accidentes' como el del año pasado, en que un afloramiento de déficit oculto de tres regiones, Madrid, Comunidad Valenciana y en menor medida Castilla y León, disparó cuatro décimas a última hora -en el mes de mayo- la estimación inicial. El abultado déficit del año pasado llevó a Rajoy a negociar con la Comisión un margen del 6,8% para este año, que al final el Ejecutivo comunitario no aceptó y dejó en el 6,3%.

Para Rajoy, el dato avanzado al Parlamento ayer «sin duda alguna aumenta la confianza en España». «Los presupuestos de 2013 anuncian ya el fin de la recesión», resaltó el presidente. No faltan los organismos que auguran lo contrario. Entre ellos la propia Comisión, que el viernes pasado pulverizó las previsiones del Gobierno y auguró que el PIB caerá este año un 1,4%, frente al 0,5% que mantiene el Ejecutivo central.

El Banco de España, por su parte, afirmó ayer en su último boletín que «la escasa información relativa al primer trimestre de 2013 apunta, en líneas generales, a una prolongación del tono contractivo de la actividad, en un contexto de marcada atonía de la demanda interna».