ANÁLISIS

Italia: una noticia y media

La emergencia del 'Movimiento Cinco Estrellas' de Beppe Grillo y el desastre de Monti son dos de las notas destacadas en los comicios

MADRID Actualizado: Guardar
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'Il Corriere della Sera' no vaciló en escribir ayer en su primera página que el verdadero vencedor de las elecciones en Italia es el 'Movimiento Cinco Estrellas', el conglomerado puesto en marcha por el actor cómico y comunicador Beppe Grillo: con cerca del 25 por ciento de los votos, en la Cámara baja como en el Senado, ha destrozado el panorama y fragmentado del todo el escenario político.

Aunque los sondeos publicados en su día -en las dos últimas semanas de campaña la ley los proscribe- le daban un buen resultado y lo situaban al alza nadie previó que obtendría en números redondos un quinto del total de sufragios emitidos. Su jefe, si vale llamarle así, ni siquiera es candidato y es, por tanto, un misterio qué entiende hacer con el tesoro que buena parte del público le ha puesto en las manos.

Ha funcionado su discurso feroz contra la clase política como un todo, Berlusconi como Bersani y hasta el académico Mario Monti, il professore puesto al frente del gobierno para evitar la quiebra del Tesoro, y es perder el tiempo saber qué remedio propone. Está sin duda llamado a ser flor de un día y no es arriesgado prever que su peso será efímero y no será el germen de un nuevo partido político… pero, entre tanto, sobre todo en el Senado, con resultados espectaculares en varias regiones, ha llegado al colectivo de cabreados un punto frívolos que lo tomó en serio.

El caso Monti

En cuanto que parcialmente previsto y parecía asumido, el resultado de Grillo es solo una media noticia. La noticia total, categórica y sin apelación es el desastre de Mario Monti: está en torno al diez por ciento, tal vez algo menos, la mitad de lo que varias encuestas le atribuyeron en su día, es decir, hace dos semanas.

La lección es de peso y portadora de un mensaje de aplicación a escala europea: reputado economista, católico sin partido, tecnócrata por gusto y por oficio con una brillante carrera en la alta burocracia del Consejo Europeo en Bruselas, Monti fue un remedio encontrado sobre la marcha por el acreditado presidente de la República, Giorgio Napolitano, a finales de 2011. Berlusconi, asediado judicial y socialmente, terminó por permitir el experimento y unió sus votos a los del centro-izquierda para investirle como presidente del Consejo.

Monti fue repetidamente advertido de que llegado el caso se le dejaría caer cuando a 'Il Cavaliere' le pareciera conveniente, incluso tras haber anunciado su jubilación de la política. Y eso ocurrió en diciembre pasado: Berlusconi dio, con la aprobación del presupuesto, por terminada la legislatura. Y entonces Monti, un punto desdeñoso y de una inhabilidad palpable a la hora de hacer política, se declaró incompatible con la coalición de centro-izquierda encabezada por Pier Luigi Bersani, favorita en los sondeos… y todo esto pareció auparle a un excelente veinte por ciento de los votos. Nada así ha sucedido: la noticia que 'Il Corriere' hace caer en Grillo es también la derrota sin paliativos de Monti y, de paso, un referéndum oficioso sobre su programa de austeridad y saneamiento…

¿Y ahora qué?

Si, como parece seguro, no hay una mayoría clara, el centro-izquierda tiene la primera bancada en la Cámara pero no en el Senado, donde el arreglo Berlusconi-Liga Norte desde el bastión de Lombardía marca el juego, ¿cómo se formará un gobierno estable y con quién? El notición sería que Beppe Grillo se lo pensara y decidiera apoyar a uno o a otro campo, lo que sería literalmente una traición a su programa; y el arreglo práctico, que Monti pusiera sus huestes, un adorable nueve por ciento, a disposición del centro-izquierda si, como se supone, es literalmente incompatible con Berlusconi.

En esa hipótesis, el fantástico porcentaje de las Cinco Estrellas tendría la última sartén por el mango pues sería un sumando indispensable para el centro-derecha de Berlusconi, en dos palabras el matrimonio de conveniencia del 'Pueblo de la Libertad' más la 'Liga Norte'. Pero eso es implanteable en este momento.

Todo esto, naturalmente, sucede porque la ley lo exige: la legislación electoral dio grandes poderes de control a la cámara alta, que los utiliza sin tasa cuando lo tiene por necesario. Su capacidad para atar las manos de un gobierno es absoluta y sin su cooperación leal es literalmente imposible gobernar. Muchas miradas, en estas circunstancias, se dirigen ya de nuevo al Quirinal, donde un anciano prestigioso, el presidente Napolitano, de 87 años, no dormirá a gusto esta noche…