Toxo hace autocrítica antes de presentarse a la reelección como secretario general de CC OO
El dirigente sindical advierte ante los delegados del 10º Congreso Confederal que «hay que poner freno a la rebaja de los salarios»
MADRID. Actualizado: GuardarEl secretario general saliente de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo presentó ayer ante los delegados del 10º Congreso Confederal el balance de sus cuatro años de gestión del sindicato con una autocrítica final a la actuación sindical. «Hay una campaña brutal contra el sindicalismo, pero no todo lo que nos pasa depende de agentes externos. Hay cosas que nos pasan porque las hacemos mal», dijo. Y continuó advirtiendo que lo importante no es cómo se ven desde el propio sindicato sino «cómo nos percibe la gente». En este sentido, reconoció que la desafección que los ciudadanos sienten por los políticos alcanza también a los sindicatos. «Tenemos a gala ser una organización autónoma, independiente. Pero no nos perciben así».
Por eso, defendió reforzar la autonomía política y financiera, dependiendo cada vez más de las cuotas de los afiliados, que han descendido un 5,2% en 2011 respecto a 2008 (casi 62.000 personas menos). Toxo explicó que esta reducción está ligada al aumento del paro y que el porcentaje de afiliados sobre población activa ha aumentado. También han disminuido los ingresos por cuota de afiliación un 3,3% respecto a 2010; pero subierno tres punto en relación a 2008, aunque no son precios constantes porque recogen el efecto de la inflación. En 2011, últimas cuentas auditadas del sindicato, ingresó 156,8 millones por cuotas, de las cuales un 10% corresponden a la Comisión Ejecutiva.
Toxo instó a «estrechar la relación con los jóvenes, los parados, los pensionistas, las mujeres y los inmigrantes» y a conseguir que se vea al sindicato como algo «útil». Además, defendió «reducir sensiblemente la superestructura del sindicato». En cuanto a la situación económica, afirmó que estamos en el «peor momento» de la crisis económica en términos de empleo y que, aunque no es el momento de «mandar guerrillas» en las empresas para intentar mejorar los sueldos, sí «hay que poner freno a la rebaja de los salarios». Por dos razones: porque cada vez dan para menos con la subida de precios y de impuestos -y aquí hizo una pregunta premonitoria de si el Gobierno no estará preparando subir el IVA al 23%- y porque si siguen bajando no se recuperará el consumo, imprescindible para crecer y crear empleo.
El líder de CC OO explicó que los sindicatos han negociado rebajas de sueldos para mantener el empleo, pero que el reparto de los sacrificios tiene que afectar a otras rentas, como las empresariales. «La competitividad no puede mejorar sólo por los salarios y la destrucción de empleo». Asimismo, aseguró que ha llegado el momento de reclamar una renta mínima garantizada para todos los ciudadanos.
Toxo recalcó que España no tiene un problema de gasto público, sino de eficiencia en el gasto «y eso hay que corregirlo, sea en la sanidad, en la educación o donde sea». Pero el problema, explicó, es de ingresos porque España gasta 5,6 puntos de PIB menos que Europa e ingresa 8 puntos menos. En su opinión, «se está incubando una situación tremendamente peligrosa porque se pretende expulsar a la mayoría de la sociedad de la acción política», y citó como ejemplo que se plantee no pagar a los políticos y reducir la financiación de los partidos, de manera que solo los ricos podrían dedicarse a ello. «España huele a fin de ciclo, se está agotando el empuje y las personas de la transición», dijo el líder sindical, que defendió un cambio en la Constitución si es necesario para evitar la desafección ciudadana.
El Congreso durará hasta mañana, cuando se elegirá al secretario general. Se ha presentado una sola candidatura liderada por Ignacio Fernández Toxo. El número de miembros de la comisión ejecutiva pasará de 43 a 14, aunque la intención inicial era dejarlo en 11. Al acto de inauguración del Congreso asistieron, entre otros, el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, el presidente del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña, y políticos como el secretario general de ICV, Joan Herrera o los diputados de la Izquierda Plural, Gaspar Llamazares y Joan Coscubiela.
Con el lema 'Combatir la crisis. Renovar el sindicato. CC OO la fuerza del trabajo', la central sindical ha organizado un congreso más austero que los anteriores, con 750 delegados en lugar de los tradicionales 1.001 -en recuerdo al conocido Proceso 1.001 en el que, en junio de 1972, Marcelino Camacho y otros sindicalistas fueron condenados a 162 años de cárcel.