Un digno Atlético pierde la corona en Moscú
Los colchoneros realizaron un gran esfuerzo para remontar el resultado adverso del Calderón pero les faltó claridad en ataque
Actualizado: GuardarEl Atlético de Madrid se dejó el título en Moscú. Repleto de suplentes, el equipo puso actitud, le faltó claridad y le sobró el segundo gol del Rubin Kazan en el Calderón, el que marcó Orbaiz tras la descabellada subida de Asenjo a rematar un saque de esquina en el último minuto, y que, visto el transcurso de la eliminatoria, resultó decisivo.
El escenario, con la gradas casi desiertas del Estadio olímpico Luzhniki -apenas 1.500 espectadores en un campo con una capacidad para 80.000- y una temperatura cercana a los diez grados bajo cero, llamaba a tomarse el choque más como un desagradable entrenamiento que como una partida a cara o cruz.
Además, la convocatoria de Diego Simeone, con los numerosos descartes de titulares, no dejaba mucho espacio a la imaginación ni a la esperanza, y el once atlético estaba formado por los componentes de la primera plantilla convocados -salvo Pulido y Courtois-, más Saúl Níguez y Manquillo.
Pero los colchoneros salieron desde el primer minuto con la intención y la actitud adecuada para remontar la eliminatoria. Presionaron con insistencia al Rubin Kazán, que apenas lograba pasar de medio campo antes de perder el balón, y buscaron la portería rival rápidamente.
Pero las oportunidades atléticas se perdían una y otra vez en un último pase impreciso y en disparos que se iban fuera o que se dirigían sin fuerza al centro de la portería, en donde Ryzhikov recibía los blandos disparos de sus oponentes sin apenas moverse. De hecho, fue el propio Ryzhikov el que dio el mayor susto al Rubin en la primera mitad, cuando se despistó al salir a detener un centro aparentemente sencillo y el balón acabó golpeando en Kislyak y obligó a un compañero a despejar sobre la línea de gol. El 'Cebolla' Rodríguez, Raúl García, Saúl, Adrián y Falcao lo intentaron infructuosamente ante unos rivales que tenían muy claro que su triunfo pasaba por el 'cerrojazo' atrás, por rodear al delantero colombiano en cuanto recibía la pelota y por esperar un contraataque furtivo al que agarrarse.
Asenjo, entre tanto, veía el partido como un espectador más y Rondón sufría como un náufrago abandonado por sus compañeros. Hasta el minuto 26, con un mal disparo de Eremenko, no se acercaron los locales a los dominios del portero palentino. Solo lo repetirían otra vez, con la misma mansedumbre, en la primera mitad.
El Atlético siguió con su inane esfuerzo y con más imprecisiones tras el descanso, mientras el Rubin comenzaba a aprovechar los despistes del volcado visitante. Primero, el 'Cata' Díez empujó a un rival en su área sin que el árbitro viera el penalti. Más tarde, fue Rondón el que 'robó la cartera' a Miranda y se marchó directo hacia la portería, pero no pudo resolver ante un acertado Asenjo.
Los minutos fueron transcurriendo con el testarudo campeón obstinado en hacer todo lo posible por salvar la corona. Demasiado corazón para tan escasa eficacia.
Pero una centro de Adrián acabó en el gol de la esperanza de Falcao. El asturiano llegó por la izquierda hasta la línea de fondo y centró para que el colombiano rematara. Era el minuto 84. Y aún Miranda pudo igualar la eliminatoria pero se encontró encima a Ryzhikov y no pudo definir.
En los últimos instantes, los rusos se dedicaron a interrumpir el juego y a romper las jugadas atléticas mediante faltas (Navas fue expulsado por roja directa tras una entrada a Falcao). Y cuando el árbitro rumano Hategan pitó el final del partido, todos se acordaron del gol de Orbaiz.