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Olli Rehn y Luis de Guindos comparecen en Madrid el pasado 28 de enero. :: ÁNGEL DE ANTONIO
Economia

La Comisión Europea podrá vetar el Presupuesto español de 2014

Bruselas refuerza sus poderes y vigilará las cuentas nacionales, que deberán elaborarse bajo previsiones independientes

IÑAKI CASTRO CORRESPONSAL
BRUSELAS.Actualizado:

La Comisión Europea ha logrado reforzar su poder para controlar los presupuestos nacionales. Tras una nueva transferencia de soberanía de los socios comunitarios para estrechar su coordinación económica, las autoridades comunitarias con sede en Bruselas podrán vetar las cuentas de un país de la zona euro si se desvían de los objetivos de déficit pactados. La medida entrará en vigor en los próximos meses, de modo que afectará ya de lleno a la elaboración de los planes presupuestarios de 2014.

Ante esta situación, el Gobierno de Mariano Rajoy deberá obtener el sello europeo para sacar adelante sus prioridades de gasto del próximo ejercicio. La normativa también contempla que el Ejecutivo comunitario pueda forzar incluso a un país a pedir el rescate en caso de se hayan detectado graves turbulencias.

La nueva legislación se aprobó ayer tras casi un año de negociaciones. El acuerdo fue posible después de que el Parlamento Europeo y los gobiernos nacional de los Veintisiete consensuaran su postura con la propia Comisión. Solo resta una votación final en la Eurocámara, que se celebrará en marzo y tiene un cariz meramente protocolario.

La regulación supone la última vuelta de tuerca a la normativa básica concebida por la UE para hacer frente a los defectos de nacimiento de la zona euro. Inspirada en la tesis alemana de que el bloque debe avanzar hacia una unión presupuestaria, la reglamentación aprobada refuerza pasos anteriores como la posibilidad de imponer sanciones multimillonarias a los países que no se esfuercen para reducir los desfases con el déficit.

A diferencia de las medidas adoptadas hasta ahora, la normativa se centra en controlar de manera preventiva a los socios para que no se desvíen del camino marcado. Con este objetivo, cada Gobierno tendrá que enviar por adelantado sus proyectos de presupuestos a Bruselas. La exigencia entrará en vigor de cara a la cuentas de 2014 y obliga a los países a crear consejos fiscales independientes. Estos órganos elaborarán las estimaciones de crecimiento que luego deberán servir como base a los planes de gasto de las administraciones. Muchos países europeos ya cuentan con este tipo de organizaciones y España se ha comprometido a poner en marcha la suya.

Los borradores presupuestarios deberán llegar a Bruselas antes del 15 de octubre. Luego, durante mes y medio, la Comisión se dedicará a desentrañar las cifras antes de ofrecer su veredicto. El aprobado dependerá de la situación de cada país con arreglo a sus objetivos de déficit. En paralelo, el Ejecutivo comunitario determinará si las cuentas respetan las recomendaciones económicas anuales, es decir, el listado de deberes que impone antes de cada primavera y cuyo adelanto conoceremos este viernes.

En caso de que se detecten desviaciones, el gobierno en cuestión podría recibir una solicitud para que introduzca cambios antes de su votación en el parlamento nacional. La normativa también otorga un papel central al Eurogrupo, que habrá de examinar tanto los planes de emisión de deuda de los países como sus reformas más relevantes.

Salvedad para los rescatados

La legislación reserva un apartado especial para los socios rescatados. Este articulado específico afecta a su vez a los países que hayan recibido algún tipo de ayuda más limitada -el caso del 'salvavidas' bancario español- y a los que sufran fuertes turbulencias como Italia.

En realidad, esta parte de la normativa pone negro sobre blanco prácticas que ya se vienen usando ahora, como la creación de una 'troika' internacional y las misiones de control periódicas. También se insiste en la posibilidad de exigir programas de ajuste y en la prolongación de la supervisión reforzada hasta que el país devuelva el 75% de las ayudas transferidas. La mayor novedad es que Bruselas pasa a tener más poderes para forzar a un Gobierno a pedir el rescate con el fin de evitar retrasos que empeoren la situación.

La Eurocámara, no obstante, se resistió hasta el final a las nuevas medidas. El acuerdo pudo cerrarse después de que el club de la moneda única aceptara estudiar la puesta en marcha de las euroletras, la versión a corto plazo de los eurobonos. Esta unificación parcial de la deuda de la zona euro será analizada por un grupo de expertos, que deberán presentar sus conclusiones dentro de un año como máximo.

Pese al consenso alcanzado para crear el comité de sabios, Alemania y otros países del norte siguen oponiéndose frontalmente a cualquier mutualización de títulos. Los eurodiputados añadieron una serie de directrices en la legislación para que los recortes no se ceben con materias sociales tan sensibles como la educación y la sanidad.