La defensa del Milan empuja al Barça al abismo
El equipo español regresó con un resultado adverso de un duelo en el que solo disparó a puerta en una ocasión
Actualizado: GuardarMenuda discusión sobre el irregular césped de San Siro. El Milan se empeñó en jugar al ping pong y el Barça en mantener su juego de toque y toque. Los locales se afanaron en la velocidad, en balones largos, en el vértigo. Los visitantes repitieron su concepto de ritmo constante, pase corto y desparpajo en los últimos metros. Para sorpresa de los habituales, el triunfador fue el club lombardo.
El factor desequilibrante fue El Shaarawy. El italiano de sangre egipcia se movió sobre la hierba como un conductor de ‘skeleton’ por una pendiente pronunciada. A toda velocidad y sin freno se disparó ante la pausa del equipo español y en más de una ocasión les hizo revisar su planteamiento. De hecho, el ariete fue el primero en acercarse al gol en un ‘sprint’ por la banda izquierda que le plantó a solas en el área de Valdés. Solo un mal control facilitó el cruce de Puyol para anular la oportunidad.
El disparo de los locales no amedentró al Barça. Los del ausente Tito Vilanova insistieron con su circulación del balón y movilidad, con escasos pases en profundidad para retrasar la línea defensiva de sus rivales.
Mientras, ritmo, ritmo y rimo. Cada uno a su estilo. Cada uno con sus armas. Cada uno con las ideas claras solo interrumpidos por momentos de confusión con peleas del medio campo. Los porteros se hallaban desparecidos. Para su sorpresa, Abbiati solo debió atrapar el balón en un intento lejano de Xavi.
Sin goles, sin tiros a puerta
El primer acto bajó con una media sonrisa para el Milan. El equipo de Allegri había retenido al ‘once’ de gala del Barça sin recibir más que un solo disparo hacia su portería. Pero la sonrisa se amplió al inicio de la segunda parte con un golpe de suerte. Buscado, pero afortunado, el ataque de un saque de falta terminó con un balón dentro del área que Boateng remató a gol después de que la pelota golpeara el antebrazo de un compañero.
La desventaja contrarió a Jordi Roura. En medio del ambiente enfervorecido de San Siro se olía un mal resultado y este Barça pelea también por su imagen. Salió del campo el naufragado Cesc y entró el cuestionado Alexis Sánchez. Más banda, la misma velocidad y nuevas opciones para tratar de tumbar el muro ‘rossonero’. Pero el tanto había animado a los del equipo lombardo y redoblaron su esfuerzo por contener a sus adversarios. A ellos se unieron los aficionados milanistas al impregnar el ambiente de la tensión, ánimo y presión de las grandes noches europeas. Defender les había transportado al éxito y no iban a abandonar el camino.
En mitad del fragor, el Barça perseveró con su talante. Sin embargo, con Messi maniatado, con Iniesta exiliado a la banda y solo con Xavi suelto las ocasiones no surgieron. De hecho, los voluntariosos defensas observaron la habitual encerrona barcelonista con ánimo y poco miedo. Apretaron dientes y persiguieron hasta a las sombras de sus rivales.
Con nervios en el estómago, con intentos de pausar el juego y con la tensión de evitar el error, los ‘rossoneri’ se aprestaron a recibir la última acometida del equipo español. Pero el Barça romo recibió un castigo mayor. En un contragolpe inesperado los atacantes del Milan demostraron sus otras cualidades y sirvieron una jugada de malabaristas que Muntari colocó en la red. El factor El Shaarawy también se personó con su pase final.
No obstante, el equipo español no se tambaleó. Aunque siguió sin encontrar las vías para derribar a los italianos y el árbitro no concedió un posible penalti sobre Pedro los de Roura mantuvieron su lucha hasta el final para alcanzar la esperanza. El orgullo les impedía marcharse del coliseo italiano con un único tiro a puerta y dos tantos en contra. Incluso Piqué se sumó al ataque para los últimos minutos. No querían regresar a casa sin gastar hasta la última bala.
Pero la munición no propició los disparos. Porque el Milan ganó también la última batalla. Con esa defensa, con ese estilo de cerrojo y contragolpe que planteó desde el principio ganó la discusión el grupo de Allegri. Al menos, hasta el encuentro de vuelta que se celebrará el 12 de marzo en el Camp Nou. Entonces ambos presentarán los mismos argumentos y la eliminatoria decidirá el vencedor del debate. Por ahora, la ventaja es de la defensa. Del Milan.