Venezuela espera el siguiente gesto del presidente Hugo Chávez

El presidente en funciones de Venezuela, Hugo Chávez, pasó su tercera noche en el hospital militar Carlos Arévalo de Caracas, al que ayer se acercó Evo Morales. El mandatario boliviano hizo una escala de cinco horas en su viaje a Nueva York con la esperanza de poder ver al líder bolivariano, convaleciente de su cuarta y más complicada cirugía por el cáncer pélvico que le diagnosticaron en junio de 2011. «La llegada de Chávez a Venezuela es una fortaleza, esperemos que se recupere pronto», deseó Morales.

Desde que el controvertido gobernante regresó a su país en la madrugada del lunes tras dos meses en Cuba, los chavistas de a pie no dudan en reunirse cada día en las plazas Bolívar del país para animar a su icono. Los incondicionales que se acercaron hasta el complejo sanitario en el que está ingresado ya han abandonado el hospital después de que el vicepresidente, Nicolás Maduro, les invitase a «no perturbar la vida del centro asistencial» puesto que el mandatario pidió ser «tratado como un paciente más». El hombre designado por el comandante Chávez para sucederle en caso de que él no pudiese asumir el mandato aseguró que el «presidente en funciones» se encuentra «estable y feliz».

Lo que no faltan son las oraciones. De credos tradicionales o hasta de chamanes. Porque Hugo Chávez será muy rojo, pero también es muy creyente. Es rara una intervención suya en la que no invoque a Dios y las vírgenes. Ayer se ofició una misa por la recuperación de su salud en la sede del Ministerio de la Educación. Su titular, Maryann Hanson, aseguró que era para dar «las gracias a nuestro Dios por habernos traído a nuestro presidente a suelo patrio».