Obama, ayer en la Casa Blanca, al alertar del peligro de los recortes. :: BRENDAN SMIALOWSKI / AFP
MUNDO

Obama le pone cara a la amenaza de los recortes

El presidente intenta conmover al Congreso para llegar a un acuerdo que evite las limitaciones automáticas del gasto público a partir de marzo

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Barack Obama tiene claro que los recortes de presupuesto que entrarán en vigor el primero de marzo si el Congreso no lo impide pueden hundir la economía. Bastaría mirar lo que está pasando en Europa, pero el presidente de EE UU necesita que su pueblo lo vea más de cerca. Por eso llevó ayer a la Casa Blanca a representantes del personal de emergencias que serán los primeros en perder su empleo. Con ellos por telón de fondo, enumeró los draconianos efectos que se avecinan.

«Al personal de emergencias como el que se encuentra aquí hoy se le deteriorará su capacidad para ayudar a las comunidades, a responder a las catástrofes y a recuperarse de estas», explicó. «Habrá que recortar las horas de trabajo de las patrullas fronterizas y suspender a agentes del FBI. Los fiscales federales tendrán que cerrar casos y dejar libres a los delincuentes. Los controladores del tráfico aéreo y los guardias de seguridad en los aeropuertos también sufrirán recortes, lo que significará más demoras en los aeropuertos. Miles de maestros y educadores se quedarán sin trabajo. Decenas de miles de padres tendrán que ingeniárselas para encontrar cuidado infantil para sus hijos. Cientos de miles de estadounidenses perderán su acceso a la medicina primaria cuidado médico primario y de carácter preventivo, como las vacunas contra la gripe y las pruebas para detectar el cáncer».

Es solo el principio y la parte que más verá el ciudadano. Por detrás, la Marina ya ha tenido que posponer el despliegue de un portaaviones que estaba programado para zarpar hacia el Golfo Pérsico. La Oficina del Congreso calcula que se perderán 750.000 puestos de trabajo y los analistas advierten que EE UU volvería a caer una recesión, arrastrando consigo la economía del mundo. Los recortes automáticos de 2,4 billones de dólares (1,8 billones de euros) a lo largo de la próxima década fueron pensados para que nunca ocurrieran. La ley aprobada en 2011 como parte del acuerdo para elevar el techo de la deuda tenía como objetivo forzar a los dos partidos en el poder a encontrar una fórmula común con la que pulir este año 4.000 millones de euros del presupuesto, de los que ya se han eliminado 2.500. De no hacerlo, entrarían en vigor estos recortes mucho más terribles.

«Así que si todo eso se diseñó para decir que no podemos aplicar recortes tan malos, hagamos algo más sensato», recordó Obama. «Si el Congreso permite que tenga lugar este enfoque que arranca el pescuezo a la economía perjudicará nuestra disponibilidad militar y destripará las inversiones creadoras de empleo en la educación y la energía y las investigaciones médicas», insistió el presidente.