El consejero de Cultura, Luciano Alonso, y los representantes de la Iglesia, ayer. :: IDEAL
ANDALUCÍA

Junta e Iglesia siguen sin acuerdo para la visita gratuita de los templos restaurados

Cultura da de plazo hasta abril a la institución eclesiástica para cumplir con la exigencia de la ley de permitir el acceso público cuatro días al mes

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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El consejero de Cultura y Deporte, Luciano Alonso, concedió ayer de plazo hasta el mes de abril a los representantes de la Iglesia Católica para normalizar la situación de los templos declarados Bien de Interés Cultural (BIC) que han sido restaurados por la administración autonómica y cumplan así con la Ley de Patrimonio de permitir la entrada gratuita al menos cuatro días al mes.

Alonso participó en la primera reunión mixta Junta-Iglesia Católica desde 2006 con este asunto principal en el orden del día. El encuentro acabó sin un acuerdo concreto, como pasó en la anterior entrevista entre el consejero de Cultura y el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, aunque sí con la disposición de los representantes ecleasiásticos a atender la demanda de Cultura. La Iglesia ha solicitado un tiempo para adaptarse. La Junta interpreta que dos meses es suficiente.

La Consejería de Cultura emprendió el pasado otoño una batalla con los cargos eclesiásticos para obtener el compromiso de estos de que permitirían la entrada libre en los templos que han sido restaurados con dinero público. Alonso apeló a la «reciprocidad» que debe prestar la Iglesia después de que la Junta se haya gastado más de 48 millones de euros de los contribuyentes en los últimos años en restaurar monumentos de propiedad eclesiástica.

La polémica empezó a raíz de las protestas en Úbeda (Jaén) por el cobro a sus vecinos de la visita a la colegiata de Santa María de los Reales Alcázares. La Junta destinó 6 millones de euros a la restauración completa de este templo, con orígenes en el siglo XIII y una de las joyas arquitectónicas andaluzas.

La Consejería de Cultura hizo luego suya la protesta ante la Iglesia para exigir la entrada gratuita a este templo y añadió otros tres de forma simbólica con el denominador común de haber sido remozados con millonarias partidas de la Junta: El de la Iglesia de los Descalzos de Écija, en Sevilla, en cuya restauración la Junta invirtió 5 millones de euros, pero que está cerrada al público; la Iglesia del El Carmen de Antequera, en Málaga, restaurada con una inversión cercana a los 3 millones de euros y que también cobra por las visitas; y la Iglesia de los Agustinos de Huécija, en Almería, rehabilitada con 1,4 millones de euros y sin acceso público.

Información clara

«La apertura de los bienes culturales de la Iglesia deberá de ir acompañada de una comunicación tanto administrativa -a la propia Consejería-, como de una información clara a la ciudadanía», recoge un comunicado de la Consejería de Cultura tras la reunión con los representantes eclesiásticos. En la misma nota, Luciano Alonso afirma que su departamento tiene que cumplir con la obligación de «investigar, conservar, proteger y divulgar» el patrimonio histórico, pero también la de «garantizar el derecho ciudadano de acceder a los bienes culturales».

Alonso pide a la Iglesia que también sean abiertos al público aquellos edificios que no tengan declaración de BIC y hayan sido restaurados igualmente por la Junta.