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Candela Peña, con uno de los polémicos sobres. Abajo, Adriana Ugarte y Carlos Santos. :: EFE
Sociedad

Agua y mantas para Candela Peña

La dirección del centro donde ingresó el padre de la actriz, la Generalitat y los sindicatos niegan la falta de medios que denunció en la gala El hospital que la ganadora del Goya puso en entredicho reconoce recortes, pero «no hasta ese extremo»

ROSARIO GONZÁLEZ
MADRID.Actualizado:

Llevaba tres años sin trabajar, pero la actriz Candela Peña (Gavá, Barcelona, 1973) logró convertirse en la protagonista absoluta de la noche de los Goya con un discurso muy personal, emotivo y que levantó ampollas en una gala ya de por sí reivindicativa. Nada más subir al escenario para recoger el Goya a la mejor actriz de reparto por 'Una pistola en cada mano', de Cesc Gay, las primeras palabras de Candela Peña despertaron del letargo a sus compañeros de profesión, acostumbrados hasta ese momento a la protesta suave que iba salpimentando la ceremonia. «Os pido trabajo, tengo un niño que alimentar», rogó la intérprete.

Una vez erguidas las espaldas de la platea, la actriz se desnudó ante el atónito público con una confesión personal que hizo saltar todas las alarmas. «Hace tres años que no trabajaba. En estos tres años he visto morir a mi padre en un hospital público donde no había mantas para taparlo y le teníamos que llevar el agua. En estos tres años ha nacido mi hijo y no sé qué educación pública le espera. En estos tres años he visto gente sin trabajo que se mata por no tener casa. Esta alegría no me la amarga nadie y os pido trabajo. Tengo un niño que alimentar».

Fue la arenga que más tocó la fibra al personal. Un mensaje directo, acompañado de un ejemplo personal y sangrante que fue macerándose en la conciencia de quien lo escuchó. Sin embargo, Jordi Monedero, el director del Hospital San Lorenzo de Viladecans, donde estuvo ingresado el padre de la actriz, negó tajantemente las acusaciones. «Hay mantas, bebida y agua también, que se da a los enfermos en todas las comidas del hospital», afirmó en ABC Punto Radio.

Monedero, al frente del centro desde septiembre de 2012, negó que constara reclamación alguna en este sentido y recordó que «hay situaciones clínicas que requieren una restricción hídrica». «No sé si ha sido la circunstancia y ha habido un problema de interpretación de una orden médica, pero a los pacientes se las da la comida y el agua que tienen que tomar en función de la situación médica», agregó el director. Monedero reconoció, no obstante, la dificultad en la gestión del centro por la bajada de presupuesto, que obligó a reducir salarios y concentrar servicios, «pero no hasta ese extremo». «No hay problema de mantas, no es cierto», desmintió sin ningún tipo de dudas.

También desde la Generalitat de Cataluña rechazaron ayer las declaraciones de la actriz. «No creemos que haya podido pasar lo que denuncia Peña. Cada centro se gestiona de forma autónoma, pero no ha habido indicación por parte de la Consejería de recortar ni en agua ni en mantas», señalaron desde el departamento de Salud.

Incluso fuentes del sindicato CGT del hospital de Viladecans admitieron que «en algún caso puntual ha podido pasar lo que denuncia Peña, pero a todos los pacientes ingresados se les da su botella de agua». Igualmente aseguraron no tener constancia de que hubiera problemas con las mantas, «aunque haya podido ocurrir alguna vez, cuando se ha estropeado la calefacción». La duda que ahora surge es si la familia de la actriz sufrió realmente lo que se denunció en la gala -hechos que serían, como poco, reprobables- o si el público asistió a un exceso interpretativo en el que a Peña se le fue de las manos el toque dramático para denunciar los recortes en la sanidad pública.

Los que conocen bien a la actriz coinciden en que es una mujer visceral, que se comunica desde las entrañas tanto en su vida diaria como cuando despliega ante la cámara su talento de animal cinematográfico. «No tiene pelos en la lengua, es pura intuición y eso, ser ella misma, es lo que la hace única y especial», explica el gran triunfador de los Goya, el cineasta Pablo Berger.