Sociedad

Un rastreador español para bucear en el oceáno de las 'apps'

MADRID. Actualizado: Guardar
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Un océano de un millón y medio de aplicaciones. Con una oferta tan extensa, que no para de renovarse cada día, siempre existe alguna joya oculta que instalar en nuestros teléfonos. Sin embargo no siempre es sencillo bucear en las abarrotadas tiendas de Apple o Android. Con el fin de ayudar al usuario en esta tarea un grupo de españoles ha puesto en marcha Atrappo, un buscador social de 'apps'. «Realmente no es sencillo encontrar una en las diversas plataformas que no cuente con el apoyo editorial», explica Javier Navarro, uno de los padres de este proyecto.

Atrappo, nacida de la colaboración entre Bitoon y The App Date, echó a rodar hace medio año con los primeros ensayos y pruebas generales. Seis meses después, lanzamiento oficial incluido, ya reciben nada más y nada menos que cuatro millones de visitas diarias entre las cuatro versiones del portal, cuyo contenido ya ha sido traducido al chino, al portugués y al inglés, esto último pensando en el mercado de La India.

El planteamiento es sencillo. Recopilaron las aplicaciones empezando por las más conocidas y progresivamente fueron incluyendo las menos descargadas y utilizadas hasta crear una enorme biblioteca que ya suma 300.000 títulos entre Android e iOS. «Si alguien no encuentra lo que busca, se guarda esa petición para encontrar 'apps' relacionadas después», aclara José Sáez.

A la hora de mostrar los resultados se tiene en cuenta, además de los términos relacionados, criterios como cuántas veces ha sido compartida en redes sociales o comentada en blogs especializados. Ahora trabajan en un sistema de recomendación que tenga en cuenta los gustos de amigos y contactos.

Este buscador ha heredado un poco el espíritu de trotamundos de algunos de los que están detrás de su lanzamiento. El equipo comercial y el criterio editorial se gestiona desde Madrid y todo aquello relacionado con el marketing, desde Singapur. La parte técnica, explican, «es itinerante». Los dos ingenieros que la conforman estaban viviendo en China cuando comenzaron a dar forma a este rastreador. Tras un breve paso por España uno de ellos ha puesto rumbo a Brasil, donde lleva afincado unas semanas. «El día del lanzamiento estaba trabajando desde el Carnaval de Río», comenta Sáez en clave anecdótica.