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Carnicería francesa donde se despacha carne de caballo. :: ERIC GAILLARD / REUTERS
Sociedad

Reino Unido detecta en la carne de caballo un antiinflamatorio

Una parte ha sido exportada a Francia y puede haberse infiltrado en la cadena alimentaria, según reconocieron las autoridades sanitarias

A. JIMÉNEZ
MADRID.Actualizado:

Las autoridades sanitarias británicas han detectado la existencia de un antiinflamatorio potencialmente dañino para la salud humana en restos de caballo enviados a Francia. Con esta noticia, se da un paso más en el escándalo que reveló la sustitución fraudulenta de carne vacuna por equina que llegó a Alemania.

La agencia de seguridad alimentaria (FSA) ha analizado 206 muestras de caballo en mataderos británicos desde el 30 de enero, en ocho de las cuales halló rastros de fenilbutazona, un calmante para aliviar el dolor en las articulaciones de los animales. «Seis han sido enviadas a Francia y pueden haber entrado en la cadena alimentaria», declaró un portavoz de la FSA, quien subrayó que de esta manera se duplica la cifra anunciada previamente en el Parlamento por el secretario de Estado de Agricultura, David Heath. Las otras dos muestras restantes no salieron del matadero y fueron destruidas conforme establece la legislación europea.

Los test se realizaron a raíz del escándalo que estalló el pasado mes, y que se ha extendido ya a varios países europeos, tras descubrirse ADN de carne de equino en hamburguesas de cinco cadenas de supermercados con presencia en el Reino Unido e Irlanda.

Por el momento, ya han sido detenidos en el país tres hombres por su presunta implicación en el fraude de la comercialización de productos equinos. Los arrestos se llevaron a cabo en el matadero y en la planta procesadora donde los inspectores de la agencia efectuaron registros el pasado martes, según precisó la Policía de Dyfed-Powys, en el norte de Gales.

Heath explicó por su parte a los diputados que la FSA estaba trabajando con las autoridades francesas para tratar de seguir la pista de la carne de caballo. La fenilbutazona es un medicamente muy utilizado en equinos, pero con un uso limitado en humanos debido a los posibles efectos adversos que entraña para la salud. Por está razón, su uso prohibido en la cadena alimentaria por la Unión Europea (UE).

Con todo, el Ministerio de Sanidad británico minimizó los riesgos para los humanos de este medicamento, que se receta también a adultos que padecen modalidades graves de artritis o ataques agudos de gota, y adujo que los efectos secundarios que revisten gravedad eran «raros».

«Con los niveles de fenilbutazona que se han encontrado, una persona tendría que comer entre 500 y 600 hamburguesas diarias elaboradas con 100% de carne de caballo para acercarse al consumo de una dosis humana», declaró la máxima responsable de cuestiones médicas en el Ministerio, Sally Davies. La dirigente precisó además que es una sustancia que el cuerpo humano elimina rápidamente.

En su comparecencia ante el Parlamento, el secretario de Estado de Agricultura aseguró por otra parte que no se encontró el medicamento en productos comercializados por el grupo Findus, en cuyos platos preparados supuestamente con carne de vacuno se detectó hasta un 100% de carne de caballo. La vertiente sanitaria ha dado una nueva dimensión al escándalo, que hasta ahora se reducía a un fraude en el etiquetado La presencia de carne de caballo ha obligado a retirar en los últimos días de la venta en un número creciente de países europeos millones de hamburguesas, lasañas y otros platos preparados. La crisis acecha también a Alemania, donde se informó por primera vez del hallazgo de carne de equino en un lote de lasañas congeladas vendidas por una importante cadena de supermercados y que ya han sido retiradas del mercado. El grupo Real, que tiene más de 300 establecimientos, admitió que los análisis que encargó para un conjunto de lasañas baratas de su marca blanca Tip revelaron el miércoles la presencia de carne equina en lugar de carne vacuna, pero descartó «cualquier riesgo para la salud de los consumidores».