El Papa sufrió una caída hace un año en México

Un nuevo detalle oculto sobre la salud del Papa salió ayer a la luz a través del diario La Stampa. Benedicto XVI sufrió una caída el 25 de marzo de 2012, durante el viaje en México, mientras estaba alojado en una casa religiosa en León. Se levantó con sangre en la cabeza y contó que había caído durante la noche al ir al baño. Se dio un golpe contra el lavabo.

Fue, de todos modos, una herida superficial y de hecho, una vez curada, no se veía y ese día cumplió su agenda con normalidad. No obstante, cobra importancia ahora que se sabe que Ratzinger maduró la decisión de renunciar al volver de ese viaje, según desveló el lunes L'Osservatore Romano, el diario de la Santa Sede.

El portavoz vaticano, Federico Lombardi, confirmó ayer el incidente, pero afirmó que «no ha influido en la decisión del Papa». La Stampa, no obstante, cuenta una anécdota curiosa. Su médico le riñó, mientras le curaba, diciendo que era crítico con esos viajes tan largos. «Yo también soy crítico...», respondió Ratzinger con ironía.

Es un pequeño episodio que confirma cómo el pontífice afrontaba estos viajes como una obligación del cargo, pero con gran desgaste. Su hermano Georg, de hecho, contó el lunes que el médico le había desaconsejado nuevos viajes largos para prevenir males mayores al Santo Padre. Además, fue en ese viaje a América Latina cuando decidió dejar la silla de san Pedro.