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Ciudadanos iraníes cargan el féretro de Hasan Shateri durante la ceremonia fúnebre que se celebró ayer en Teherán. A la izquierda, un primer plano del general muerto en Siria. :: AFP
MUNDO

Irán pierde a un veterano general en Siria

La muerte de Hasan Shateri confirma la presencia de militares de la república islámica en labores de apoyo al régimen de El-Asad

MIKEL AYESTARAN
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El cadáver del general Hasan Shateri salió de Beirut y tras una ceremonia fúnebre en Teherán será trasladado a su localidad natal de Semnan, a 180 kilómetros de la capital, para que su familia pueda darle el último adiós. Esta será la despedida del primer miembro de las Brigadas Quds, cuerpo que se ocupa de las operaciones internacionales de la Guardia Revolucionaria, que Irán admite haber perdido en Siria desde que hace dos años estalló el levantamiento contra Bashar el-Asad. La república islámica es el último aliado regional que le queda al régimen sirio y, según los opositores, además del apoyo diplomático se dedica a enviar paramilitares de la Guardia Revolucionaria y armas para ayudar a las tropas leales al presidente en la guerra.

Los medios iraníes lanzaron la noticia a primera hora, pero con versiones contradictorias sobre las circunstancias que rodearon una muerte que se produjo el martes, según Press TV, canal en inglés de la república islámica. Todos coinciden en que los autores fueron «terroristas», forma de referirse a los grupos armados de la oposición, y en la identidad de la víctima, quien compaginaba su cargo de general con el de responsable de proyectos de reconstrucción en la Embajada de Líbano, cargo que desempeñaba desde 2006 tras la guerra entre Hezbolá e Israel que causó grandes pérdidas en el país del cedro.

Veterano de la guerra contra Irak y con experiencia en Afganistán, su trabajo relacionado con la rehabilitación de zonas urbanas tras los conflictos es el motivo esgrimido por la prensa oficial para explicar su viaje a Siria, donde se habría desplazado hasta Alepo, segunda ciudad del país, para intentar poner en marcha la reparación de las infraestructuras básicas dañadas por los combates que empezaron en verano. Lo que no está claro es el lugar de la emboscada, ya que mientras la agencia Irna y la Embajada iraní en la capital libanesa aseguran que fue «en la carretera que une Damasco y Beirut», ruta donde se encuentra el centro de investigación atacado por Israel hace una semana, agencias como Fars dicen que «fue asesinado cuando se dirigía al aeropuerto de Damasco». El Observatorio Sirio de Derechos Humanos recogió la muerte del general iraní y la atribuyó a «brigadas de la oposición», aunque de momento ningún grupo ha reivindicado una acción tan importante.

Papel iraní en la guerra

Más allá del apoyo abierto al régimen ofrecido en los foros internacionales y de las constantes visitas de altos cargos a Damasco, el papel de Irán en el día a día de la guerra que sufre Siria está rodeado de gran secretismo. El 4 de agosto un autobús que había recogido a 48 iraníes en el aeropuerto internacional de Damasco sufrió una emboscada cuando se dirigía a la capital. Teherán aseguró en un primer momento que se trataba de simples peregrinos que pretendían visitar la tumba de Saida Zeinab, nieta del Profeta, pero el Ejército Sirio Libre respondió denunciando que se trata de miembros de la Guardia Revolucionaria que tenían el objetivo de colaborar con las fuerzas de Bashar-el Asad.

Los rebeldes sirios mostraron la documentación de algunos de los detenidos y a las pocas horas Teherán tuvo que cambiar su versión y hacer pública la presencia de guardias revolucionarios, aunque «retirados de su servicio», según los medios de la república islámica. Cinco meses después se ponía fin al secuestro después del acuerdo entre régimen y oposición armada para un intercambio de presos. Las autoridades liberaron a 2.130 prisioneros a cambio de los iraníes.