Egipto insta a volver a los empresarios fugados con una «amnistía fiscal»
El Gobierno prepara una ley que garantiza a las fortunas del antiguo régimen que salden las cuentas pendientes sin tener que ser juzgados
EL CAIRO. Actualizado: GuardarEl Gobierno islamista egipcio planea sacar adelante una ley de «reconciliación» que propicie el regreso de los empresarios huidos tras la caída de Hosni Mubarak y de sus bienes a cambio de ajustar las cuentas pendientes con la Justicia y el fisco fuera de los tribunales. Con la libra egipcia a niveles mínimos históricos, la caja de las divisas medio vacía, el préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aún en el aire y la inversión y el turismo extranjero alejados por la inestabilidad política y social, Mohamed Mursi y sus ministros parecen estar dispuestos a sacrificar la Justicia en pos de la ansiada recuperación económica.
El consejo de la Shura, que ejerce actualmente las funciones legislativas, ya ha ratificado la ley con la que el Ejecutivo espera que decenas de empresarios regresen a Egipto con sus fortunas e inversiones. Muchos de ellos, cercanos al antiguo régimen, compraron al Estado terrenos a precios por debajo de mercado para construir sobre ellos urbanizaciones o complejos turísticos, operaciones en las que tuvieron millones de dólares de beneficios. Esta norma les otorgará inmunidad, por lo que no podrán ser encarcelados ni se les podrán imponer restricciones de viaje.
A cambio deberán pagar una multa y tendrán que abonar la diferencia de lo que pagaron por los bienes y su valor real. Según el diario 'Al-Ahram' Online, los empresarios que ya hayan sido juzgados podrían volver a pasar por los tribunales sin que estén obligados a asistir a las sesiones. La decisión ha enfurecido a grupos y movimientos civiles, que consideran que prolonga la cultura de la impunidad y la tolerancia con la corrupción que imperaba durante el régimen de Mubarak.
«Limpiar» los cargos
Entre los hombres de negocios fugados hay varios ministros de Finanzas de la era del exdictador, como Yusef Butros Ghali o Rachid Mohamed Rachid, que han sido juzgados en rebeldía. Otros, como el empresario Husein Salem, que tiene pasaporte español y que fue detenido en Madrid, han ofrecido al Gobierno egipcio la mitad de todos sus bienes y fortuna a cambio de «limpiar» los numerosos cargos de corrupción y enriquecimiento ilícito que pesan sobre ellos.
Pero no todos consiguieron marcharse. Otros ministros y empresarios cercanos al antiguo 'rais' como el magnate de acero Ahmed Ezz, o los mismos hijos de Mubarak, Gamal y Alaa, han dado con sus huesos en la cárcel. El expolio al que sometieron al país durante décadas ha contribuido a la depresión económica egipcia, y es más que probable que la huida del país de grandes fortunas haya acentuado el estancamiento actual.
Aunque una nueva generación de prósperos empresarios cercanos en la órbita de los Hermanos Musulmanes han respirado aliviados tras el derrocamiento del antiguo régimen, también es cierto que las grandes fortunas la amasan los aliados del régimen anterior. Son precisamente ellos los que gozan de conexiones internacionales y poseen en su seno magnates de la industria, tan necesaria en estos momentos para volver a poner en marcha la economía egipcia tras dos años de revolución.