La recesión se agudiza en la Eurozona, pero Bruselas ve más cerca la salida
El bloque cae un 0,6% en el último trimestre de 2012, el peor dato desde 2008, arrastrado por la contracción sufrida por Alemania y Francia
BRUSELAS.Actualizado:La recesión se agravó en la zona euro en la recta final de 2012. Eurostat confirmó ayer que el PIB de los 17 países de la moneda única se contrajo un 0,6% por el fuerte retroceso de Alemania y Francia. El dato, el peor desde el crash financiero internacional de hace cuatro años, se explica por las graves turbulencias registradas en los mercados ante el miedo a la implosión del euro y la austeridad reinante en el bloque. Pese a la pronunciada caída, la Comisión Europea insiste en que el inicio de la recuperación está más cerca. Bruselas se agarra a la creciente confianza en los parqués para augurar un rebote «gradual» que empezará a notarse a partir del verano.
El desplome del 0,6% cierra un año negro para el club de la moneda única. Con el retroceso en el último trimestre, los Diecisiete encadenan nueve meses en tasas negativas y rematan uno de los peores ejercicios desde 1995. Las cifras están a altura de las tensiones que afrontó el bloque por los temores a su desintegración. Durante mucho tiempo, los inversores dieron casi por hecho que Grecia volvería al dracma y que España caminaba sin remedio hacia un costosísimo rescate integral. Estas turbulencias, unidas a la receta de austeridad a ultranza, se cebaron especialmente con los socios periféricos, pero se insistía en que Alemania y el resto de países del Norte no se librarían del impacto de la recesión.
Eurostat validó ayer las tesis anticipadas por los expertos y certificó el golpe a la economía germana. Al igual que el conjunto de la zona euro, Alemania retrocedió un 0,6% y rememoró las peores cifras vinculadas al desplome de Lehman Brothers. La oficina federal de estadísticas (Destatis) precisó que la contracción se debió a la caída en las exportaciones al resto de socios de la moneda única. Este revés llevó a los empresarios a aplazar sus inversiones en nuevos equipos, lo que agravó aún más la situación. Apoyado en una tasa de paro del 5,3%, el consumo interno se mantuvo sólido, pero no pudo compensar la debilidad de las ventas al exterior.
Estancamiento francés
Francia, el segundo pilar de la Eurozona, emuló los pasos de Berlín. Su PIB cayó más moderadamente (0,3%), pero los datos del conjunto de 2012 son mucho peores. Mientras que Alemania cerró el ejercicio con un crecimiento del 0,7%, la economía gala se estancó completamente. Además, el instituto nacional de estadísticas (Insee) revisó a la baja las estimaciones de trimestres anteriores y desveló que el país estuvo en recesión durante la primera mitad del año. En el caso galo, a la bajada de las exportaciones y la inversión se une el progresivo incremento del paro. En diciembre, se situó en el 10,6%, ligeramente por debajo de la media europea.
Bruselas admitió que el descenso del PIB desborda «ligeramente» las expectativas de los expertos, pero eludió caer en el pesimismo. El portavoz de Economía, Simon O'Connor, recordó que los datos mejoran las previsiones en el caso de España, que retrocedió un 0,7%. En el de Italia, en cambio, el desplome del 0,9% añade todavía más dudas en la recta final para las elecciones de la próxima semana. La economía transalpina acumula seis trimestres consecutivos en tasas negativas. Otro país en una situación complicada es Holanda. Eurostat corroboró que se encuentra en recesión tras sufrir una segunda contracción del 0,2%. Austria, uno de los socios que mejor ha capeado la crisis, también dio un paso atrás y registró la primera bajada de la actividad de todo 2012.
Negro panorama
Pese al negro panorama, la Comisión recalcó que el horizonte empieza a despejarse gracias a la «visible» mejoría en los mercados. El diagnóstico comunitario hace hincapié en que el primer paso hacia la recuperación es restablecer la calma en los parqués. Una vez consolidado este objetivo, el crecimiento llegará «gradualmente». El pronóstico indica que la actividad despegará en la segunda mitad del año, un proceso que no creará empleo de forma inmediata.
Más allá de los pronósticos, el empeoramiento de la recesión ha reavivado el debate sobre la austeridad. Esta semana, el comisario de Economía, Olli Rehn, ha enviado una carta a los ministros del ramo de la UE para insistir en la necesidad de seguir adelante con los ajustes. En la misiva, analiza las diferencias con el FMI, que ha pedido aflojar los recortes debido al lastre que suponen para el crecimiento. A su juicio, resulta imprescindible seguir con la misma receta porque unas cuentas públicas sanas garantizan la confianza de los mercados y unos intereses menores a cambio de financiación. También recuerda la elevada deuda de los socios y su impacto en el PIB.